Hay gente mala en el mundo, gente que comete los crímenes más atroces que puedas imaginar, gente que merece ser perseguidos y colgados para cumplir por sus crímenes. Sin embargo, en ocasiones estos crímenes horribles no tienen por qué ser hechos por personas malas... ¿o quizás sí que sean así en su interior?
Os dirigís en un barco hacia el primer puerto posible de las peligrosas tierras de Dwänholf, hogar de piratas, bandidos y maleantes de toda clase... el destino os ha empujado aquí como si fuese algo imposible de superar.
Casi toda la tripulación del barco coincide exactamente con lo que uno se imagina que es el ciudadano medio de estas tierras, hombres que te matarían para robarte los zapatos.
Será una partida cerrada de personajes de nivel 2, con posibilidad de Nephilim, razas y/o legados de sangre. No permito coger convocadores (si invocadores) ni guerreros convocadores.
El grupo a decidido afiliarse al capitán pirata Crow, El Cuervo, un hombre que lleva el código pirata como estandarte y que parece entender como funciona la ciudad, siendo el antagonista directo de Galore, al que puede que le siente bastante mal vuestro cambio de opinión.
Por otro lado, la ciudad está que hierve, parece ser que han llegado muchas naves nuevas al puerto, lo que significa una mayor cantidad de rufianes matándose entre ellos... pero algo en el aire está enrarecido, como si algo fuese a estallar en cualquier momento...
¿Habrán tomado la decisión correcta?
Tras su encuentro con Galore, el grupo recibe una inesperada visita en la posada. Un miembro de la tripulación del poderoso pirata Crow os invita a conversar con su capitán, ¿cuáles serán las intenciones del capitán?
Tras la reunión con Galore, el grupo decide volver a la posada para descansar y pensar en frío todo lo que ha sucedido; sin embargo, la parece que noche no va a terminar tan pronto...
Una inesperada invitación os llega, algo que no esperabais y que arruina todo lo que hubieséis planeado anteriormente... ¿qué haréis?
En una pequeña taberna cercana a los muelles de Puerto Rue, aunque sin ser parte de la bulliciosa línea costera, se reúnen seis viajeros bastante extraños, seis personas que no parecen encajar del todo en el ambiente, como si de gotas de aceite en agua se tratasen... ¿o quizás son solo gotas de agua que han ido a parar a las brasas?