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Amplios y oscuros los cielos de noche,
sin el resplandor de las ciudades,
sólo con el brillo de las luciérnagas,
las estrellas y las centellas de las hogueras;
El aire estaba colmado de fragante verdor,
la lágrima fugaz de la madera ardiendo,
cazamos antaño como los lobos que somos,
cantamos de noche como los hombres que fuéremos.
— Libro del Kaos
[Partida Privada de Iniciación]