Es el verano del año 701 Ad Urbe Condita (53 a.C) y Roma se asifixa de calor. En medio de un bochorno insoportable que perturba los espiritus de la plebe las conspiraciones patricias se suceden. En este ambiente enrarecido varios cadaveres aparecen en la ciuda eterna. El consul Cicerón ha encargado a Servio Sulpicio Rulfo el encontrar a alguien investigar estos crimenes y dar con los culpables.
Notas para la preparación de la partida