Las órdenes del mismísimo pater de Burgos, máxima autoridad de la Fraternitas Vera Lucis en la región, ponen en marcha la historia. Los PJ fueron convocados a una de las sedes secretas de la hermandad, donde los pusieron al corriente de la importante misión que debían acometer: auxiliar con discreción a Veremundo de Ayala, un caballero de la reputada Orden de los Lirios que ha perdido a una de sus hijas por culpa de la intervención del Maligno. En su carta, el propio caballero rogaba la pronta ayuda e intervención de la hermandad a cambio de su eterno agradecimiento y un cuantioso donativo, que, a decir verdad, es lo único que interesa al pater. Así pues, los PJ son conminados a cumplir sus votos y a viajar prestos hacia Ibarra, donde podrán hablar directamente con Veremundo y conocer todos los detalles.