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The Americans

Crimen Drama
Por Chemo

Voy a empezar por el final. Probablemente uno de los mejores capítulos de cierre que he visto con permiso de la inigualable The Wire. No es que me sorprendiera: he visto un trabajo de guión durante toda la serie que ya quisieran otras más aclamadas. Porque hay algo que me sorprende de The Americans y es la poca repercusión mediática que ha tenido. Pero volviendo al capítulo final: ha sido el broche perfecto para una serie inmejorable.

Sigo caminando hacia atrás y debo reconocer que habrá gente a la que la quinta temporada le habrá parecido lenta, que no pasan demasiadas cosas. Pero es porque los guionistas están trazando todos los caminos que llevan a ese final, las rutas de sus personajes, los cosas que en otras temporadas a lo mejor quedaban ocultas por las intrigas políticas... aunque no demasiado, porque The Americans es una serie que confía más en sus personajes que en la propia historia de espías aunque sabe trazar ambos arcos de manera magistral.

Vale, rebobinemos hasta el principio.

The Americans nos cuenta la historia de una pareja de agentes de viajes americanos de los ochenta con su casaza en zona residencial, sus dos hijos y su vida ideal de puertas afuera. Porque si entramos en la casa de los Jennings descubriremos que son en realidad espías rusos. Un locurón: se han infiltrado en la sociedad americana desde hace décadas, tejiendo una cobertura perfecta para poder espiar a los americanos en plena Guerra Fría. Ni siquiera sus hijos, pequeños cuando empieza la serie pero que van creciendo temporada a temporada, saben que son espías.

Ese punto de partida es un detonante potente para la serie pero podría secarse pronto si no fuera por el excelente trabajo realizado sobre él. Los actores son impresionantes, creíbles hasta el dolor. Los guionistas se toman muy en serio ese punto de partida tan loco y lo entraman de tal manera que cada temporada gira sobre un problema de espías pero rodeado de una gran cantidad de personajes complejos que se sienten vivos, tan elaborados como la propia pareja protagonista.

Aquí hay que hacer un inciso para destacar la química de los protagonistas. Se comen la cámara en cada escena que están, aunque sea algo tan trivial como preparar el desayuno a sus hijos. Las miradas, los movimientos, esa tensión continua en la que viven, la transmiten de maravilla. Y luego, cuando tienen que convertirse en otras personas para ejercer su trabajo es alucinante ver su cambio de registro.

Tenía miedo en que al ser los protagonistas me pintasen a los espías como una especie de Equipo A matrimonial, que hace sus cosas sin que nadie sufra daño de verdad. Madre mía que equivocado estaba. Los Jennings son implacables, igual que sus enemigos. Los verás hacer cosas horribles. Y discutir sobre ellas. Y sufrirlas. Porque tampoco son una caricatura a lo James Bond Ruso, sino personas metidas en una maquinaria que las destroza igual que a sus víctimas, donde no hay vencedores ni vencidos, solo gente que lo pasa mal a favor de unos ideales que muchas veces tienen que intentar recordar por qué los defienden. Y ojo: lo mismo pasa al otro lado. En el FBI no son los buenos y sus agentes pasan las mismas penurias mentales que los del bando de la KGB.

Como digo el elenco de secundarios y sus historias tiene tanta importancia como el principal. Es imposible no empatizar con toda esa gente que va pasando por la pantalla y que inicialmente crees que son el relleno de un par de capítulos y luego te acompañan dos temporadas convirtiéndose en una historia tan importante como la principal.

¿Tiene fallos la serie? No lo sé. De verdad que no lo sé. Me ha gustado tanto que incluso algún capítulo de relleno (que los hay) lo he disfrutado viendo como dibujan nuevas tonalidades sobre cada personaje. Es una serie que respeta al espectador, partiendo de una premisa que podría parecer casi absurda para trazar uno de los mejores guiones que he visto en mucho tiempo.

Y un final para enmarcar.

No puedo pedir más.



faifolk
faifolk · 28/11/2021 22:48
Coincido.

Coincido completamente con el análisis. Se trata de una serie compleja, excepcional, con personajes maravillosamente trenzados. Y también coincido con que el final fue excepcional. Todos los personajes (sus vecinos, sus amigos, sus hijos, por supuesto los dos protagonistas) son de diez.