Recientemente me he
apretado las series The Orville y Star Trek: Lower decks, una detrás de otra y
en plan maratón. Me ha quedado una impresión muy clara de ambas, y por eso
quiero plantear una comparación entre ellas y con el concepto mismo de Star
Trek.
En primer lugar, The Orville, para
el que no la conozca es una serie de Seth MacFarlane, el creador de Padre de
familia y Padre made in USA. También ha participado activamente en el proyecto,
tanto produciendo como dirigiendo, Jon Favreau, el viejo Happy Hogan del universo
Marvel, quien además ha dirigido y producido algunas de las pelis de la saga de
superhéroes. La serie se supone que es una visión alternativa pero fresca del
clásico Star Trek, desde un punto de vista moderno y atrevido.
Teniendo en cuenta quién es su
creador e ideólogo, yo me esperaba una versión absolutamente gamberra de
nuestra querida y vieja serie de exploración, diplomacia e ingenio espacial,
pero no me he encontrado eso para nada. En los primeros episodios parece que
quiere ir un poco en esa dirección, pero rápidamente da la impresión de que
Seth empieza a tomarse en serio a sí mismo y a su serie, y la reconduce a un
producto muy similar a lo que se suponía que iba a parodiar.
Siempre conserva algo de humor, que
nunca llega a ser tan salvaje y crítico como el de sus dos series animadas,
pero es un humor patán, condescendiente y simplón que se va reduciendo poco a
poco aunque nunca llega a desaparecer del todo. Su máximo exponente es el
piloto pelirrojo, mejor amigo del capitán (el cual está representado por el
propio Seth MacFarlane), y que es un descerebrado semi idiota con síndrome de
Peter Pan cuya única razón de ser es procurar alivio cómico a la serie. No
obstante, y paralelo a él, está la figura del navegante, quien en un principio
parece que va a ser su compi de parranda (y con el que tiene una sorprendente
buena química que hace que sus escenas cómicas hasta resulten simpaticonas),
pero en poco tiempo “madura” a un nuevo puesto como el típico ingeniero
superdotado tipo Scotty o La Forge, en el que se deja de parrandas, adquiere un
nuevo estatus de ligón extraordinaire,
y pasa a ser el recurso servidor de devx
ex machinas de la serie, como lo fueron los ingenieros mencionados antes
que él. Queda así el piloto cómo principal conductor de la fina línea de humor
de la serie, en ocasiones apoyado en los secundarios-con-maquillaje
alienígenas, pero poco más.
Es un buen cambio en mi opinión
porque como sátira, revisión autodestructiva, o entretenimiento cómico, la
serie no funciona. Pero como digna heredera de la típica línea argumental de
Star Trek da el pego sorprendentemente bien. Los alienígenas que en un
principio te tomas a broma porque piensas que van a ser fuentes de ataques a
las convenciones que se supone que parodian (como el “klingon” de una especie
monosexual compuesta sólo por machos hasta el “Data/Spok” de una raza de
máquinas sensibles, pasando por la menuda oficial de seguridad adolescente de
una especie proveniente de un mundo de alta gravedad, y en consecuencia dotada
de una fuerza sobrehumana, o el limo guarrindongo en CGI), pronto van
adquiriendo líneas argumentales profundas y centradas en los problemas reales
que se derivarían de su condición si realmente existiesen. Y salvo una actitud
general de todos en la serie muy “actual” (reaccionan, piensan e incluso hablan
como si fueran de nuestra época, y prácticamente todas sus referencias son del
S. XX o del S. XXI), lo cierto es que pronto te encuentras creyéndote los
conflictos, las soluciones y las conclusiones que presentan.
El rollo es un poco ¿qué pasaría si
los problemas habituales de Star Trek se les presentara a gente normal de hoy
en día, gente de la calle, casi sin actitud militar, gente como tú o yo?
... ¡y funciona! Realmente te
encuentras pensando a menudo “así es como habría reaccionado yo” o “eso es
justo lo que habría que hacer en esa situación”. Es una aproximación
ligeramente distinta a la del Star Trek original que pretendía hacer pasar
todos los conflictos éticos por el filtro moral de una civilización más
avanzada, con los viejos problemas y rencillas resueltos hace largo tiempo.
Kirk, sobre todo Picard, y compañía eran súper hombres de una civilización superior,
comprensivos, tolerantes y bienintencionados (aparte de increíblemente astutos
y con infinitos recursos), mientras que el capitán Mercer y la tripulación de
la Orville son un grupo de personas muy competentes pero con los mismos niveles
de civilización, tolerancia/intolerancia, y opinión que podemos tener
cualquiera de nosotros en el primer mundo actual. Funciona, te la crees y es
entretenida. Hasta la relación entre el capitán y su primer oficial (su ex
mujer) resulta creíble, sensata, realista y sin estridencias.
El mismo Seth pinta a un capitán Ed
Mercer enormemente capaz pero muy humano, hundido por sus inseguridades pero no
hasta un nivel ridículo, y sobre todo con una característica de la que han
carecido, hasta la fecha, todos los capitanes y líderes principales de
cualquier producto Star Trek: la humildad. El bueno del capitán es un tipo
humilde, un poco borracho y muy sensato, que sólo quiere hacer su trabajo y que
se rinde si se tiene que rendir, asume cuando es ampliamente derrotado, y cada
vez que se salta las normas es muy consciente de la que le va a caer (y le
acaba cayendo inmisericordemente).
En segundo lugar, The lower decks es
una serie de animación en torno a cuatro personajes principales, definidos como
“los curritos secundarios en los que nadie se fija”, esta vez sí basada en el
universo Star Trek. El tema es que las grandes estrellas de la serie y las
películas son una especie de snobs
que en el fondo sólo buscan la gloria de un modo completamente psicópata,
desentendiéndose de los suboficiales y la marinería como nuestros protagonistas
hasta el punto de prescindir de sus vidas sin pensárselo ni un instante.
La serie logra hacer que te
replantees que, en el fondo, muchas de las decisiones que tomaron los grandes
héroes como Kirk o Picard, fueron de hecho carentes de la más elemental empatía
y supusieron la muerte de muchísimos tripulantes de las distintas versiones de
la Enterprise. En el fondo, toda la serie es un homenaje a los famosos “camisas
rojas” que morían a puñados en muchos capítulos de la serie original.
Pero más allá de eso no pretende ser
una serie humana, ni establecer ningún contacto con la realidad. Los cuatro personajes
principales son meras parodias, y la relación más profunda es la de una madre
con su hija, que apenas se explora en un par de episodios de forma superficial.
Aparte de eso este producto sí parece hacer más énfasis en el tipo de crítica
salvaje que yo esperaba de The Orville, aunque no consigue realmente tener el
mordiente que busca.
A mí me habría encantado ver una
apuesta real por el tema, sin toda la sardónica crítica y sin replantear a los
héroes de Star Trek como falsos ídolos, sino simplemente planteando el día a
día del equipo de tripulantes técnicos de, como indica su nombre, las cubiertas
inferiores de un crucero de la Federación, y sus tribulaciones. Quizá ofreciendo
una nueva visión del universo Star Trek más realista, más sucia, con menos ex machinas y dilemas éticos y más
rutinas de mantenimiento y discusiones por las guardias y los permisos, no sé.
Lo mismo que The Orville me parecía una mala idea que me ha acabado gustando,
The lower decks me parecía una idea fantástica que se me ha venido abajo del
todo.
Todavía no he visto The Orville, porque mi acercamiento a Star Trek es relativamente reciente; pero vi Lower Decks, que me pareció lo que cabría esperar de una fusión del universo trekkie con el humor de un MacFarlane en horas bajas, aunque este no haya tenido nada que ver con el proyecto.
El episodio final, de todos modos, me parece que apunta maneras y creo que es posible que la segunda temporada vaya mejor. Quizá corrijan un poco el rumbo para satisfacer a su espectro de espectadores, como cuando The Office redibujó a Michael, por ejemplo. Claro que el cierre de temporada también puede tratarse de un oasis en el desierto y que los siguientes episodios nos devuelvan al duro yermo de la malhablada falta de gracia que solo sabe a sus desesperados guiños. Ya veremos.
Me pasó lo mismo con el episodio final. Ojalá la segunda temporada sea diferente.
Me la voy a ver de todas formas, jajaja, pero no sé. Creo que se podría haber sacado algo más de jugo a una versión de animación de Star Trek.
Es un poco como las series de animación de Star Wars (no oso comparar sagas, no me maten), que las hubo geniales y meh, y a la mayoría de la gente que las ha visto todas le ha turboflipado alguna, y ha odiado otra. Porque la animación da para eso.
Pues ya he visto la segunda temporada y no me parece que haya aprendido gran cosa de la primera, la verdad. En su defensa, tiene un capítulo realmente bueno en el que además da un repaso a las cubiertas inferiores de otras flotas, y se permite acabar en la mejor forma que ha mostrado hasta el momento; pero la temporada es muy irregular y, personalmente, he decidido bajarme aquí de la Cerritos. No es lo mío.
Coincido contigo en varios puntos, pero yo me acerqué a estas dos series (como Trekker redomado que soy) con muy pocas expectativas, sobretodo tras la desilusión que me supuso ver la primera temporada de Discovery.
The Orville me parece mucho más Star Trek que Discovery. De hecho, en el Club de Star Trek de España se hizo una encuesta de qué gustaba más (si Discovery o the Orville) y ¿quién ganó? McFarlane por goleada.
Y es que, por muy gamberro que sea, McFarlane siempre ha sido un trekker (y ha hecho algún cameo que otro en las series "serias"). Es cierto que, con la carrera que arrastraba por detrás quizá mis expectativas eran muy bajas (no soy demasiado fan de Family Guy y cía) y lo cierto es que me sorprendió bastante the Orville porque aunque sus personajes son unos deslenguados, el espíritu de Star Trek pervive en la serie y es palpable en cada rincón. La crítica social o los dilemas morales a problemas de hoy en día con una mirada satírica, inteligente y elegante, es brutal y, si le quitamos el lenguaje mal sonante, es calcado a las críticas que hacían las de Star Trek (en todos sus spin-offs). En alguna ocasión leí, de hecho, que McFarlane le propuso a la CBS-Paramount el proyecto pero no le tomaron en serio, asi que, como Bender, se hizo su propio Star Trek.
No estoy nada de acuerdo con lo que dices de que Kirk o Picard a su lado parecían superhéroes... quizá no has visto tanto de las series de Star Trek o lo has visto con otro prisma, pero tanto uno como el otro capitán, han sufrido derrotas, han sido superados, humillados (y mucho ¿quién no recuerda el increíble episodio doble de Chain of Command?) y no tenían para nada "recursos infinitos", pero quizá si mejores recursos que Mercer porque hay que recordar siempre que las "Enterprise" eran las naves insignia de la Flota, la "creme de la creme". La Orville es sólo una nave más, una nave "normal", pero sus aventuras podrían encajar perfectamente en el universo Trek. Enterprise, Voyager o, especialmente las primeras temporadas de DS9 muestran esa falta de recursos, penurias o de personal de primer orden que puede asemejarse a Orville.
Por otro lado, ya el trailer de Lower Decks es sincero con lo que vas a ver: una parodia. Tener una expectativa diferente es llevarse un chasco. De hecho, yo cogí la serie con expectativas muy bajas pero al final me encantó, porque es tomarse a cachondeo todo el universo Trek pero sin caer en lo ridículo. Es una serie de Star Trek que se ríe de si misma y de sus defectos. Yo mismo me sorprendía comentando escenas de la serie con compañeros de partidas de rol de Star Trek, porque había situaciones que nuestros personajes en mesa habían vivido igual que los personajes de la serie (al final uno en la mesa desbarra cosa mala).
Pero si ibas buscando ver la "rutina" de Star Trek, no lo busques aqui. Hay episodios de las series Trek que exploran de forma seria este tema. A la mente me vienen "Data's Day" o "Lower Decks" (precísamente el título de la serie), pero es cuestión de buscar en el resto de series y encontrarás episodios que tratan la vida normal en la nave.
La verdad es que yo no veo que sean dos series que tengas que contraponer. Las dos tienen espíritu Trek. Orville recoge el relevo del Star Trek más clásico mientras que Lower Decks es una simple parodia.
Bueno, digo que Kirk y Picard son súper héroes de forma respetuosa. Claro que afrontan fracasos, pero en términos generales para mí son y serán siempre capitanes excepcionales, que han tenido éxito frente a adversidades prácticamente insalvables tantas veces que a menudo me preguntaba por qué los klingon o los romulanos no se rendían directamente a la Federación tras el quinto o sexto encuentro con ellos.
Pero en fin, si te parece exagerado, déjalo simplemente en que para mí ellos representaban el éxito, lo mejor de lo mejor, la más alta tradición de la Flota Estelar, mientras que Ed Mercer no lo representa, ni aspira a hacerlo.
En cuanto a contraponer las dos series... ¡no lo sé, me pareció curioso! Las vi las dos seguidas, componiendo una visión tan distinta sobre un tema tan similar que me pareció la forma lógica de hacer mi primera reseña. Por romper un poco con lo habitual.
Por cierto, no he visto todavía DS9, pero todo el mundo parece indicar que es un imprescindible. No me considero un trekkie pero desde luego conozco el universo, pero el hecho de que sea un spin off situado en una base estelar en lugar de en una nave siempre me había echado para atrás. ¿Me la recomendarías?
¿DS9?
Sin dudarlo. Como todas las series de Star Trek tiene un comienzo flojo y estás muy desubicado precísamente por lo que comentas: es una base estelar y no una nave estelar.
Pero precísamente por eso, la fauna que puebla la base y los propios federales, no son tan modélicos como en las Enterprise. Sisko es un oficial al mando muy diferente a Kirk y Picard. Una forma de liderazgo aparte.
A partir de la 3-4ª temporada cuando acaba TNG y todos los buenos guionistas se pasan a DS9, la cosa coge mucha fuerza hasta el punto que el Universo Trek cambia drásticamente ofreciendo una visión diferente y mucho más dramática.
Para muchos fans es la mejor serie de Star Trek, para mi una de las mejores, no cabe duda. La expansión del Universo Trek asi como la profundización en razas o conflictos que sólo se habían tocado de pasada en TNG es bastante grande, aunque si es cierto que se aparta un poco del espíritu original de exploración pura.