Un evento inesperado hace que Shepard acabe trabajando para Cerberus, una organización paramilitar que defiende que la humanidad merece un papel más importante en la galaxia.
De juego de rol disfrazado de shooter a shooter con elementos de rol
Quizá el cambio más evidente, y el que peor encajé en su momento, fue el peso que daban a las mecánicas de shooter en detrimento de los componentes roleros del juego. Mass Effect 2 se comporta mejor mecánicamente que Mass Effect, el control es mucho más agradable y el sistema de coberturas hace que, en líneas generales, siga siendo un juego que no necesite demasiada habilidad para disfrutarlo, y tiene un montonazo de personajes que llevar a su trepidante misión final. A cambio, no obstante, se reducen la biótica y su importancia, las armas pasan a utilizar cargadores (a pesar de que en Mass Effect explicaron por qué no los tenían), el sistema de armas es bastante confuso (prefería el más claro sistema de estadísticas por cada una, la verdad) y la misión final deja, en ocasiones, un cierto sabor injusto, aunque ya hablaremos de ella.
Un buen guión con muchas malas decisiones
Mass Effect 2 contaba con ideas potentes desde el principio. La presentación de Arcángel, por ejemplo, es épica y emotiva, y lo mismo puede decirse del reencuentro con Tali o de todo cuanto rodea a Mordin, pero la BioWare comprada por Electronic Arts tomó una serie de decisiones, como mínimo, muy discutibles, que convirtieron cierto contenido con regusto a trama principal en descargable.
El caso más evidente es el de la trama de Liara y el Corredor Sombrío, sobre el que en su momento se escribieron ríos de tinta; pero no es solo eso. Hay contenido de Mass Effect 3 que asume que se han jugado ciertos DLC, una decisión raruna en un juego que daba tanto peso a las decisiones del jugador. Estoy seguro de que el código de ME2 está lleno de booleanos de control que indican qué se ha jugado y qué no, y eso debería reflejarse mejor en la tercera entrega. Pero claro, cuando nos dedicamos a juguetear con historia principal convertida en sacacuartos pues…
En esta vuelta, que fue con la edición legendaria, que incluye los DLC de Mass Effect 2, pude comprobar que incluso nociones del final de la trilogía estaban ya debidamente presentadas en esta segunda entrega, siguiendo esa máxima de que lo que se use en la resolución debería haber sido presentado previamente. Me parece una lástima ver cómo esas decisiones perjudicaron al producto en aras de cosechar unos euros más.
La misión suicida
La misión que cierra Mass Effect 2 es uno de los momentos más recordados de la trilogía, una misión en la que vamos disponiendo a nuestros compañeros en distintas posiciones y los vemos en peligro real de muerte. La primera vez que me pasé el juego, sobrevivió todo el mundo y me quedé con la sensación de que estaba tirado. Solo había que hacer las misiones de lealtad y seleccionar a la gente idónea para el puesto.
Pues bien, esta vez no ha sido así. Con las misiones de lealtad hechas y con todos los personajes leales con excepción de Miranda (que esta vez no me centré tanto en una de las vías de Carisma como para poder resolver diplomáticamente el problema que tiene con Jack), y seleccionando a gente lógica para el puesto me murieron Tali, Zaeed y Miranda. Me toca la moral porque en esta vuelta quería jugar también todo el contenido de Mass Effect 3 y con esa gente muerta me voy a perder cosas. Pero no seré yo quien no cargue con las consecuencias en un juego de rol, que creo que es lo bonito.
Conclusión
Si bien mi impresión original con Mass Effect 2 había sido decepcionante, debo decir que con el material adicional ha mejorado mucho. Creo que redondea muchas aristas mecánicas de la primera entrega y conduce estupendamente al cierre de la trilogía, justo lo que debería ser una segunda parte. Hay ciertas decisiones con las que no estoy de acuerdo, quizá porque me interesan más los juegos de rol que los de disparos al uso; pero es difícil negar que uno se encuentra ante un gran videojuego. Es una pena que en 2010 aquellos que no quisimos pasar por caja más allá del juego base nos quedásemos con una visión de la obra tan reducida.
Con los DLC, no obstante, me ha parecido lo que siempre debió haber sido. Un juego ágil, rápido, trepidante, fantásticamente hilado y repleto de detalles; pero me molesta que las decisiones comerciales del juego afeasen tanto el producto en su momento, la verdad. En cualquier caso, soy consciente de que a gran parte del público Mass Effect 2 les parecía un juegazo tal y como salió, así que puede que esto solo sean las quejas de un viejo gruñón.
¿Qué os pareció a vosotros en su día? ¿Lo habíais jugado ya con los DLC? ¿Os había flipado incluso sin ellos?
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