En la zona de dominio dos estructuras sobresalen claramente sobre las demás. Ubicada sobre un promontorio que permite divisar toda la colonia se halla la torre Trias, con su impresionante arquitectura modernista, todo un símbolo del poder de la familia propietaria. Junto a ella, mucho más modesta pero todavía mayor que cualquier otro de los domicilios, está la casa del director Hamilton.

Al llegar ves a dos hombres hablando en la puerta. Uno de ellos es el doctor Giralta, el hombre de sombrero y anteojos que viajaba contigo en el tren. El otro es un hombre delgado y de aspecto extranjero.

- Encantado de tenerle con nosotros, doctor Giralta.- El hombre tiene un fuerte acento británico.- Confío en que el alojamiento sea de su agrado, y que pueda retomar el trabajo del doctor Ferrer cuanto antes.

Tras despedirse del doctor, el inglés te dirige una mirada inquisitiva.

- El inspector Espasa, supongo. Mi nombre es Tomás Hamilton, dirijo esta colonia en nombre del señor Trias. Entre, por favor, podemos hablar en mi despacho.

Sigues al director hasta que te ofrece asiento en una elegante silla de fina ebanistería. El lugar es acogedor, sin muchos alardes pero decorado con buen gusto.

- ¿Desea beber algo? ¿Un tónico quizás?