El aventurero decide explorar la esquina oscura de la taberna, donde una figura misteriosa se entretiene jugando con cuchillos. La luz tenue resalta los destellos metálicos de las hojas mientras la figura se sumerge en su actividad.

A medida que el aventurero se acerca, nota que la figura solitaria lo ha visto y con un gesto de cabeza, la figura reconoce la presencia del aventurero pero continúa con su juego. El aventurero, al observar con mayor atención a la figura encapuchada que realiza su habilidoso acto con cuchillos, empieza a percibir un aura sombría que sugiere una posible conexión con el mundo del sigilo y la muerte. La manera en que maneja los cuchillos, con una gracia asesina y una precisión mortal, revela una destreza increíble.

-Si buscas un asesino que mate a alguien, -dijo mientras detiene su actuación y, con un movimiento fluido, guarda los cuchillos en su cinturón- hoy estoy trabajando para mi mismo. Así que más suerte para la próxima vez. Pregunta por "Kevin Killer" y te encontraré.

Al levantar la cabeza, la capucha se desliza ligeramente, revelando brevemente un rostro marcado por cicatrices y sombras. Los ojos, fríos y penetrantes, se encuentran con los del aventurero, transmitiendo una presencia intensa y calculadora.

-Así que déjame en paz u hoy habrá dos muertos...