Pocos instantes después el comisario Torres abandona la carretera principal para adentrarse en la residencia del señor Rovira. No puedes evitar admirar vuestro destino, un impresionante complejo modernista que gira entorno a la majestuosa estructura principal, la Mansión Rovira.

Finalmente el comisario detiene el coche en el aparcamiento del complejo, donde una llamativa colección de automóviles forman una ordenada hilera. Numerosos invitados, engalanados para la ocasión, se encuentran ya accediendo al edificio.

Un mayordomo os espera ante los peldaños del acceso principal, se trata de un corpulento mulato cuya imponente figura bloquea con firmeza la entrada. Desde donde te encuentras puedes escuchar la música y las animadas conversaciones del interior. Tras ser sometidos a un severo escrutinio, el sirviente se dirige a vosotros con un fuerte acento caribeño.

- Bienvenido, comisario Torres, el señor Rovira considera un honor la asistencia de tan insigne representante de las fuerzas del orden.- El comisario encaja el halago con una mueca de orgullo, mientras el mayordomo te dirige una indescifrable y oscura mirada.- Por supuesto, el señor Rovira hace extensión de la bienvenida a usted también, inspector Espasa.

[Las respuestas que hayas dado hasta ahora y la siguiente incrementarán una de tus tres características: Carisma, Ingenio o Audacia (su valor inicial es 3)]

Barcelona, Septiembre de 1914

El automóvil avanza a buen ritmo por la carretera, mientras asciende a uno de los montes que circundan la ciudad. Anochece y las luces de Barcelona forman un bello espectáculo desde la distancia, de forma que intentas centrarte en el paisaje para alejar los sombríos pensamientos que rondan tu mente.

- Una máquina impresionante ¿verdad, inspector Espasa? Mire qué velocidad alcanza incluso en ascenso, ¿y qué me dice de los focos? iluminan la carretera como si fuera de día.

Parece que tu superior, el comisario Constantino Torres, se encuentra particularmente orgulloso de su recién adquirido Ford. Llevas cuatro años trabajando bajo sus órdenes en el cuerpo de policía de la ciudad, lo suficiente para saber que es un hombre estricto en su trabajo pero de trato afable.

A pesar de tu estado taciturno te las arreglas para componer una respuesta con patente desgana.