Item Descripción Valor

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Sales al fresco del exterior y bajas las escaleras de la terraza hasta llegar a la entrada del ajardinado laberinto. Los ruidos de la fiesta quedan lejos y tan sólo las estrellas iluminan el cielo.


Apoyado junto a una de las estatuas está Luis Clotet, esperándote con gesto socarrón.


- Vaya, así que al inspector estrella le gusta aceptar provocaciones. ¿Vienes en busca de pelea, entonces? ¿o quizá estás aquí solo para hacerme ver el error en mis modales? Regañarme como a un niño y decirme lo que se puede o no hacer.- El joven da varios pasos por la gravilla del suelo mientras habla.


- El cuerpo de policía es una vergüenza, negligente y acomodado, siempre varios pasos por detrás de los hechos. Pero en tu caso la ceguera te ha puesto a salvo.


Una sonrisa siniestra cruza la cara de tu interlocutor instantes antes de que el terrible sonido de una explosión haga que te cubras la cabeza por precaución. Tras unos segundos en los que sólo se oyen gritos de terror, te das cuenta de que el estruendo proviene del interior de la mansión. Aprovechando la confusión, Luis Clotet se ha marchado.


Sientes unas manos menudas y frías que te tapan los ojos mientras alguien te abraza desde atrás. No puedes evitar soltar una carcajada antes de dar la vuelta para enfrentarte a tu agresora.


La cara de Inés Valverde está a pocos centímetros de la tuya y te mira intensamente mientras se muerde el labio inferior.


- Vaya, pero si tengo al gran héroe de la ciudad a mi merced.- Susurra provocadoramente la joven, mientras rodea tu cuello con sus brazos y estrecha su cuerpo contra el tuyo.


Su perfume está empezando a hacerte perder el control cuando el terrible sonido de una explosión hace gritar de terror a Inés, que pasa a cubrirse instintivamente la cabeza. Tras unos segundos de confusión compruebas que el estruendo proviene del interior de la mansión.


Apoyado junto a una de las estatuas está Gerardo Aguilar, garabateando frenéticamente en el papel. Al verte cierra de golpe su libreta.


- Ah, inspector, me alegra que finalmente haya decidido encontrarse conmigo. El anuncio del señor Rovira sin duda me da para algunos titulares, pero una declaración del inspector estrella sin duda me hará vender más periódicos.- El periodista compone el gesto al ver tu seria mueca de disgusto.


- Por supuesto también me interesan los aspectos más humanos de la tragedia, claro, todo sea por dignificar la profesión.


El terrible sonido de una explosión hace callar al hombre a media frase mientras ambos os cubrís la cabeza con los brazos como protección. Tras unos instantes en los que sólo se oyen gritos de terror, te das cuenta de que el estruendo proviene del interior de la mansión.


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Tu acompañante no puede evitar reírse, está claro que tu ocurrencia le parece divertida, aunque en ningún momento se aleja de tu lado.


- ¿De verdad pretende competir con el heredero de todo un imperio empresarial? He de admitir que tengo interés en conocer a ese joven misterioso. Según tengo entendido ha pasado toda su vida en el extranjero, así que sin duda es un hombre cultivado y cosmopolita. Sus padres murieron en el trágico accidente del Titanic, el transatlántico que se hundió en mitad del océano. Desde entonces es el único pariente vivo del señor Rovira.


Una vez realizada su pequeña reflexión, Inés se separa unos pasos de tí para apoyarse pensativamente en una de las barandas. Aprovechas la circunstancia para acercarte a ella y atraerla hacia tu lado con el brazo mientras su embriagadora fragancia te envuelve de nuevo.


- ¿Pero cómo podría ignorar las atenciones del héroe que liberó a la ciudad del mismísimo mal encarnado?- Te resulta imposible saber si las palabras de la joven son sinceras o simplemente está jugando con tu vanidad.- Hagamos una cosa, una vez el señor Rovira haya declarado sus intenciones búscame en el laberinto del patio inferior.