Item Descripción Valor





Quedarse a luchar con aquellos seres era una auténtica estupidez, puesto que aunque tal vez pudieses con ellos, bien podía suceder que te acabasen hiriendo de gravedad, o que la pelea dañase tu dispositivo de camuflaje, o que el ruido atrajese a alguna patrulla cercana, o mil cosas más que podían salir mal. No, quedarse a luchar no era una opción, así pues, aprovechaste sin dudarlo el hueco dejado por la criatura a la que habías golpeado y corriste en dirección a los caminos principales.

Tu rápida reacción impidió que pudiesen atacarte antes de que lograses alejarte, aunque por supuesto, aquellos malditos seres no dudaron en perseguirte. Sin embargo a pesar de tu herida, y aunque fuese solo un poco, lo cierto es que eras más veloz que ellos, por lo que pudiste llegar al camino principal poco antes que ellos, donde a punto estuviste de chocar con una patrulla, quienes te observaron con desconfianza, a causa de tu repentina aparición y de estar sujetándote un costado a causa de la herida que te habían hecho al principio, por mucho que esta no se mostrase en el camuflaje.

Los criminales estaban a punto de girar la esquina, por lo que no podías quedarte allí, pero tal vez podrías engañar a la patrulla para que fuese a por ellos. Eso, o podías seguir huyendo, con la esperanza de que la patrulla no te diese el alto.

El camino principal era demasiado arriesgado, no solo porque era bastante probable que te topases con alguna patrulla, sino porque entre lo iluminado que estaba y que a tu alrededor habrían a saber cuántas de esas criaturas, si te detenían, huir de la patrulla sería prácticamente imposible. Por ese motivo decidiste tomar un camino menos directo, pero a tu entender más seguro… o al menos todo lo seguro que podía ser algo en aquel lugar.

Alrededor del camino principal se alzaban numerosas estructuras similares a la que habías usado como escondite, algunas habitadas, otras usadas únicamente durante el día y otras abandonadas… y entre ellas había una gran cantidad de caminos, la mayoría de ellos estrechos, mal iluminados y con aspecto de estar bastante poco cuidados, y fue por estos caminos por donde decidiste ir.

Habías recorrido ya la mitad del trayecto sin cruzarte con ninguno de aquellos seres cuando un ruido a tu espalda te hizo girarte y ver que tres de ellos te estaban siguiendo. Desde luego, no parecían militares ni miembros de las Fuerzas de Seguridad de aquel maldito planeta, pero con esa especie nunca se sabía… especialmente porque al ver que los habías visto, te gritaron que te detuvieses.

Podías hacerles caso… pero que vieses, no había nadie más cerca, por lo que seguramente podrías escapar y dejarlos atrás sin problemas.