Item Descripción Valor

El óxigeno. A Lambda36 le afecta sobremanera el oxígeno. Das la orden de subirlo un 15 por ciento a la par que vas dando indicaciones para compensar otros valores. Tu cabeza trabaja a toda velocidad haciendo cálculos. Esto ya lo habías contemplado en uno de los cientos de escenarios posibles.

Después de los veinte segundos más largos de tu vida los valores se regulan y el sonido de alarma cesa.

Sin embargo, en el interior todo parece igual. Paco golpea el cristal con fuerza cuando un rayo verde lo atraviesa, por suerte sin consecuencias. Parece que ni siquiera se ha dado cuenta.

Te acercas al cristal y le indicas que mire la pantalla sobre él. Cuando lo hace parece tranquilizarse. Los rayos verdes no dejan de salir del bolómetro y estrellarse contra los muros de la sala. Respiras profundamente y te tranquilizas, tienes todo bajo control.

Asientes con la cabeza y haces un gesto con tu brazo al operario de potencia. Este, temeroso, actualiza con su teclado los valores para llegar al 90%.

Los rayos verdes aumentan de intensidad y ahora si parece que estén afectando a los técnicos y a Paco que se arrodillan llevándose las manos a la cabeza. 

¿Que harás?

1 de Marzo de 2019,

Laboratorio Subterráneo de Canfranc, Huesca.


Hoy es el día, después de más de dos años de investigaciones, larga jornadas con tu equipo e infinidad de teorías, conjeturas y luchas por conseguir financiación, por fin, hoy, vais a encender a máxima potencia el bolómetro centelleador. Un dispositivo de 46 gramos que incorpora un cristal centelleador compuesto de bismuto, germanio y oxígeno, que interactúan como detector de la materia oscura.

En el reloj se leen las 6 de la mañana, y el indicador de temperatura exterior marca un grado y lluvia suave, pero a 850 metros de profundidad poco importa. 

Te levantas y pones al día tus labores matinales antes de tomar un desayuno con tus compañeros. El silencio nervioso de algunas mesas choca con las alegres y esperanzadoras conversaciones de otras.

A las 7:30, justo antes de que amanezca, ya te encuentras ataviado con tu  bata blanca en la sala de control. Varias pantallas muestran diferentes estados de multitud de variables y componentes y unos pocos técnicos controlan los diferentes valores que previamente se han acordado y establecido. Tú, vigilas y controlas que todo vaya bien. Este es tu experimento, y este es tu momento.

No tarda en entrar en la sala Paco. Paco, es un compañero de la universidad que te ha acompañado durante toda la carrera y se involucró de lleno con tu proyecto. Con él has jugado partidas de rol, peleado por ligues algún sabado por la noche y contado tus secretos más íntimos.

Se coloca a tu lado y deja reposar su mano sobre tu hombro.

- Tranquilo, todo está bajo control, hemos simulado todas las posibilidades. No hay nada que pudiera salir mal. - 

Te mira sonriendo mientras los dos técnicos de la sala del bolómetro van entrando. Además de la sala de control, hay una pequeña habitación contigua a esta y custodiada por dos guardias en la que se encuentra el bolómetro centelleador. Dentro hacen falta tres técnicos para controlar alguna situación puntual, y un grueso cristal separa ambas salas permitiendo que los ocupantes de ambas se vean los unos a los otros.

- ¿Porque no entras esta vez? - Dice animándote - Eres el único que no ha estado allí las otras veces, la sensación es indescriptible -

Lo cierto es que siempre has oído a los demás hablar de aquello, pero siempre has preferido estar en la sala de control. Al fin y al cabo eres el responsable del proyecto. Aunque... hoy es el gran día, todo está bajo control... ¿no?