Item Descripción Valor

Das la orden de escapar a todo el mundo mientras los rayos siguen machacando a tus compañeros de seguridad.

Conforme sales vas cerrando todo, sellando cada puerta, pero cuando estáis a punto de coger el ascensor para salir de aquella planta, por el largo pasillo aparecen los dos técnicos y los dos de seguridad. Recuerdas entonces que uno de los protocolos era que los guardias tenían los permisos para cambiar cualquier código, por lo que dejarlos encerrados atrás no ha servido de nada.

Puedes escuchar como el ascensor baja, pero para cuando las puertas se abren todo lo que queda son los jadeos de los cuatro, y el sonido de las gotas de sangre de sus manos y bocas golpeando el suelo.

Tu, en el suelo... inundado por el dolor del mordisco en la garganta que has recibido por uno de ellos tratas de respirar de forma poco satisfactoria. Y antes de caer inconsciente puedes ver como los cuatro os dan la espalda y se dirigen a paso calmado de nuevo hacia la sala del bolómetro centelleador...

Salir, cerrar y esperar a quien tenga la capacidad de solucionar aquello. A toda velocidad los técnicos corren escapando de aquella sala.

Tu te quedas algo rezagado mientras vas cambiando los códigos de seguridad, solo por si acaso.

Paco está junto a ti, siempre a tu lado como hasta ahora, con la cara ensangrentada. 

Una idea se va apoderando de tu mente. Si solamente dejaras sin sellar las puertas, Paco no se daría cuenta. Nadie lo haría...