Item Descripción Valor

El peso de lo que le podría pasar a tu amigo es demasiado grande, y tras pensarlo un poco decides seguirlos manteniendo la distancia.

No te es difícil, en la planta en la que te encuentras no hay otro camino que un largo pasillo hasta un ascensor y algunas puertas de maquinaria que deberían estar cerradas. 

El sonido de gritos y golpes no es buena señal, y aceleras el paso. Te detienes cuando llegas a la última esquina antes del ascensor que comunica con las plantas superiores. Te asomas y puedes ver como todos los técnicos que habías indicado que escaparan están tirados en el suelo y rodeados de, seguramente, su propia sangre. 

Los dos guardias y técnicos que has dejado salir todavía están terminando de machacar la cabeza de alguno contra el suelo cuando ves que Paco levanta la suya y te mira, dirigiendo su brazo hacia ti pidiendo ayuda...

Poco a poco comienzas a darte cuenta de que algo no está bien en tu cabeza. Es como si alguien controlara, o al menos lo intentara, tus pensamientos y acciones.

Cierras la puerta a toda velocidad justo cuando los rayos cesan y los guardas de seguridad pasan a estar igual que los otros técnicos. Los cuatro te miran y te señalan para poco después señalar a la puerta que acabas de cerrar.

Tu mente trabaja pensando que hacer y entonces Paco coloca su mano sobre tu hombro. Su rostro está medio descompuesto, blanco de preocupación. Miras a los otros técnicos de la sala y se encuentran en situación parecida.

- ¿Que ocurre? No... no entiendo nada -

Por un momento piensan en contarle a Paco lo que crees que está ocurriendo, puede que sea una locura, pero a él le puedes contar lo que sea; y notas en su mirada que está preocupado y que sabe que sabes algo.

Por otro lado no quieres poner en riesgo su vida, y si le cuentas tu teoría no querrá separarse de ti. Si fuera al revés tu no te separarías de él.