Te lanzas a la carrera a por el ordenador, logras esquivar por los pelos al que te iba a atacar y obviando que pueda estar preparando un nuevo ataque por tu espalda empujas al técnico del ordenador.

Ves como Paco se acerca hacia tí con claros síntomas de atacarte, pero pasa de largo y golpea al técnico que estaba tras de ti.

Paco te mira y te dice que algo lo está controlando, que no es dueño de su cuerpo. Te insta a escapar y dejarle a él para destruirlo todo.

Del bolómetro comienza a surgir una especie de materia de color verde oscuro y de ella surgen una gran cantidad de nuevos rayos verdes que esta vez parecen ser mucho más agresivos y peligrosos.

El dolor que recorre tu cuerpo es tan intenso que hace que caigas al suelo. Los dos técnicos parecen estar sufriendo igual que tu, y seguramente al otro lado de la sala Paco no pueda hacer nada. Finalmente pierdes el conocimiento...

...

Cuando despiertas y miras el reloj han pasado solamente dos minutos, y lo que hace un momento solamente era un pequeño agujero de color verdoso se acaba de convertir en una especie de vórtice de casi dos metros de alto por algo menos de uno de ancho. La parte exterior del mismo es de un color verde oscuro algo brillante, y va tornándose al negro más profundo que nunca habías visto.