Item Descripción Valor

Entras en la sala y te diriges directamente al bolómetro, con la idea bien clara en la cabeza.

Levantas el brazo y un rayo impacta directamente en tu pecho, otro en tu brazo y un tercero en la mano. El dolor es tan fuerte que te ves forzado a caer de rodillas y poco a poco vuelves a sentir como pierdes el control.  Algo de nuevo está controlando tus acciones y parece que ahora lo que va a hacer es tocar el vórtice. Nada mas entrar en contacto con la sustancia verdosa sientes un fuerte tirón que te absorbe hacia el interior.

Abres los ojos y ves que te encuentras rodeado de oscuridad. Mueves los pies pero no encuentras nada sobre los que apoyarlos. Los brazos tampoco alcanzan a tocar nada. Es como si estuvieras flotando.

Una profunda y grave y ronca respiración que parece provenir de todas las direcciones hace que se te erice el cabello de todo el cuerpo y es entonces cuando lo ves.

Cientos de tentáculos surgen de lo que podría ser un enorme rostro deformado situado a un par de metros de ti... Uno de ellos se acerca a ti, y con lentitud comienza a atravesarte el estómago hasta que sale por la espalda. No has sentido dolor, ha sido como si tu cuerpo fuera mantequilla. Tus ojos están fijos en aquel rostro y pronto pierdes toda consciencia de ti mismo, sumergiéndote en la oscuridad del lugar que te rodea.

Te dispones a hacerte con las herramientas de medición, cuando por tu mente pasa una idea un tanto extraña. La ves pasar por detrás de tus ojos como si estuvieras sentado en un cine, y para cuando ves lo absurdo de la misma te encuentras agarrando a uno de los técnicos y lanzándolo contra el cristal que separa la sala de la sala del bolómetro.

El cristal se resquebraja, aunque sin llegar a romperse... no ha corrido la misma suerte el técnico, que yace en el suelo con su cabeza en una posición antinatural respecto a su propio cuerpo.

Te acercas corriendo y agarras de nuevo al técnico de la cabeza, estrellándola contra el cristal de nuevo, y ahora si rompiéndolo del todo.

Desde tu posición de espectador has podido no solo ver la escena, sino a Paco con su mano en el accionador del protocolo de limpieza. No ha podido hacerlo, puedes ver en su mirada que no podía hacerlo mientras estuvieras tu dentro.

Durante unos segundos nadie se mueve, y tu poco a poco recuperas el control de los movimientos de tu cuerpo. El otro técnico de la sala sale a la carrera directo hacia Paco, mientras agarra una de las llaves de tuvo de la sala, justo mientras al que teóricamente le acabas de partir el cuello se levanta y se dirige obviando todo lo demás a uno de los ordenadores y activa de nuevo la energía en las dos salas, para comenzar a tocar diversos valores.