Item | Descripción | Valor |
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Poco a poco, la oscuridad de tu mente fue despejándose, permitiendo que empezases a poder escuchar lo que pasaba a tu alrededor, donde dos de aquellos malditos seres parecían conversar.
-¿Cómo ha llegado ese maldito alienígena hasta aquí? ¿Qué buscaba?
-No lo sabemos, pero lo averiguaremos. Los técnicos están revisando la nave en estos momentos.
-De acuerdo, pero que no la dañen… quien sabe lo que podremos conseguir de su tecnología.
-Entendido. Por otra parte… espera, parece que se está despertando… ¡Administradle otra dosis, rápido!
…
De nuevo, el efecto de lo que te habían dado empezaba a debilitarse, y con ello, volvías a ser consciente de tu alrededor. Esta vez estabas en un lugar diferente, con sujeciones por todos lados que te mantenían boca arriba y con numerosas luces enfocándote.
-Está despierto, escanead sus patrones mentales y las respuestas neuronales durante la vivisección. Y no permitáis que muera… no todos los días conseguimos especímenes vivos y en buen estado con los que poder experimentar sin limitaciones.
Lo siguiente que notaste fue el dolor cuando empezaron a abrirte en canal… y supiste que aquel dolor sería lo único que experimentarías en lo que te quedaba de vida. Una vida como sujeto de experimentos de los malditos humanos.
El camino principal era demasiado arriesgado, no solo porque era bastante probable que te topases con alguna patrulla, sino porque entre lo iluminado que estaba y que a tu alrededor habrían a saber cuántas de esas criaturas, si te detenían, huir de la patrulla sería prácticamente imposible. Por ese motivo decidiste tomar un camino menos directo, pero a tu entender más seguro… o al menos todo lo seguro que podía ser algo en aquel lugar.
Alrededor del camino principal se alzaban numerosas estructuras similares a la que habías usado como escondite, algunas habitadas, otras usadas únicamente durante el día y otras abandonadas… y entre ellas había una gran cantidad de caminos, la mayoría de ellos estrechos, mal iluminados y con aspecto de estar bastante poco cuidados, y fue por estos caminos por donde decidiste ir.
Habías recorrido ya la mitad del trayecto sin cruzarte con ninguno de aquellos seres cuando un ruido a tu espalda te hizo girarte y ver que tres de ellos te estaban siguiendo. Desde luego, no parecían militares ni miembros de las Fuerzas de Seguridad de aquel maldito planeta, pero con esa especie nunca se sabía… especialmente porque al ver que los habías visto, te gritaron que te detuvieses.
Podías hacerles caso… pero que vieses, no había nadie más cerca, por lo que seguramente podrías escapar y dejarlos atrás sin problemas.