| Item | Descripción | Valor |
|---|
138
-Alonso- susurra Amelia-, ve a ayudar a Andoni. Y regresa lo antes posible, que no te vea nadie.
Alonso de Entrerríos asiente sin dudarlo. A pesar de la débil protesta del barquero, el soldado toma otro remo y lo clava en el banco de arena. Con la ayuda del guipuzcoano la embarcación se libera y el caudaloso Bidasoa vuelve a arrastrarla corriente abajo. Alonso vuelve al escondite y, con cuidado de que no lo oigan los niños musita:
-Hemos tenido suerte, se veían linternas aproximarse cuando hemos escapado.
Respiráis aliviados.
13
JULIÁN MARTÍNEZ
