Item Descripción Valor





Aquellos no eran militares, no eran ninguna patrulla, ni parte de las Fuerzas de Seguridad de aquel lugar, eran simples criminales, incluso para el estándar de aquella maldita especie, pobremente armados, nada entrenados. Claro que incluso así, si les dabas la espalda lograrían acabar contigo fácilmente… por lo que tu única opción era quedarte y luchar hasta derrotarlos. Además, podías con ellos, lo sabías… o al menos, eso querías creer. Y por otra parte, después de haber pasado 11 ciclos ocultándote en las sombras y temiendo a cada instante que te descubriesen, aquella era tu oportunidad de resarcirte por todo lo que habías sufrido.

Por desgracia, aunque tomados por sorpresa a causa de tu resistencia y de que tus golpes no encajaban exactamente con lo que el camuflaje les mostraba, aquellas criaturas demostraron que también sabían pelear, y dado que el combate cuerpo a cuerpo tampoco era precisamente tu especialidad, uno de aquellos seres logró alejarse lo suficiente como para poder desenfundar un arma, antigua, de munición balística, cuyos disparos resonaron por el lugar a pesar de no darte. Claro que a pesar de no alcanzarte, lograron algo incluso peor, puesto que, atrajeron la atención de una patrulla cercana, que no tardó en aparecer en el lugar… justo en el momento en el que tu camuflaje, que había sido dañado por la pelea, dejaba de funcionar.

No hubo aviso, ni tampoco advertencia antes de que el dron que acompañaba a la patrulla abriese fuego sobre ti, sin importar que a tu alrededor estuviesen los criminales, los cuales cayeron como tu víctima de los disparos.

A pesar del modulador de voz que incorpora tu camuflaje, no podías arriesgarte a ser detenido o cuestionado si salías por la noche, pues tu escaso conocimiento del idioma podía delatarte, así que decidiste esperar a que amaneciese y así aprovechar para descansar.

Varias horas después, casi completamente cubierto por la densa nube de contaminantes, el sol se alzó en el horizonte, y con él, el lugar empezó a despertar, por lo que cogiste las piezas que necesitabas para reparar tu nave y abandonaste la estructura abandonada que te había servido como refugio hasta el momento.

Aún te costaba entender cómo era posible que tantos de aquellos seres pudiesen vivir en tan poco espacio, debían de haber cientos, tal vez miles de ellos a tu alrededor, dificultando tu avance, especialmente a causa de su horripilante aspecto y el terrible hedor que emanaban, cosas que tenías que obligarte a ignorar para que no te descubriesen. Por suerte para ti, parecían ignorarse unos a otros, lo cual te ayudó a pasar entre ellos sin llamar la atención… al menos hasta que varios pitidos provenientes del dispositivo de camuflaje te avisaron del inminente agotamiento de su energía.

El miedo y la impotencia se adueñaron de ti mientras observabas el lugar donde tu nave estaba oculta… ¿Podrías alcanzarlo a tiempo?