Cuentas tu propia versión de los hechos. Al fin y al cabo todos los que podrían saber la verdad están muertos o peor, han sido controlados por lo que fuera aquel portal.

Con el paso del tiempo vas notando poco a poco como vas perdiendo el control, hasta que pasados varios meses tan solo eres un mero espectador de las acciones de tu cuerpo.

En las noticias van apareciendo casos de asesinatos, de masacres provocadas por tus antiguos compañeros y de como poco a poco les dan caza hasta que no queda ninguno de los cuatro libres.

Alguna vez tratas de recuperar el control, pero tan solo te provoca un intenso dolor para al final no conseguir nada. Dominado por lo que quiera que sea que está en tu cabeza logras llegar a los Estados Unidos y allí, financiado por una extraña agrupación de empresarios llamada la Hermandad del Signo Amarillo, logras replicar el experimento.

Finalmente, y llegado el momento. Haces lo necesario para activar el vórtice hasta su estado final. De su interior, y agarrándose a los bordes del portal, comienzan a aparecer tentáculos que poco a poco se esparcen por la sala del bolómetro hasta que revientan el cristal de la sala de control.

En ese momento sientes como algo maligno invade tu mente quedando rodeado por una intensa negrura, y finalmente tu consciencia desaparece en la inmensidad de la nada.

Te dispones a activar el sistema de descontaminación.  Vas a pulsar el botón que lo hace, pero... pero ahí esta de nuevo. Tu mano se mueve cuando está tan solo a escasos centímetros de otro botón. El que abre la puerta de la sala del bolómetro...