Todo está en silencio. No solo la sala de los técnicos donde todos miran perplejos el portal, sino también la sala de control. Allí los pocos que no tienen la mirada fija en el portal te miran esperando que hagas algo.

Decides finalmente que todo esto ha llegado demasiado lejos y que hay que apagarlo. Activas el sistema de emergencia para dejar sin corriente la sala, y sorprendentemente todo sigue funcionando.

Las luces del interior de la sala se van y solo queda la iluminación de emergencia.y la propia luz verdosa del portal.

Paco te mira preocupado, y de repente una nueva oleada de rayos salen impactando a los dos técnicos y a Paco, que caen al suelo doloridos de nuevo.Tratas de comunicarte con ellos, pero los sistemas no funcionan.

Eventualmente, los rayos cesan, y tras recuperarse del dolor se levantan medio aturdidos. Paco, te mira y hace un extraño giro con la cabeza. Ves como se acerca a uno de los técnicos, lo agarra de cuello y espalda y lo arroja contra el cristal, produciendo una larga raja que amenaza con romper la separación de las dos salas.

El dolor cada vez es más intenso. Miras a los dos técnicos que siguen en la sala, los dos se llevan sus manos a la cabeza también. Te miran y cuando vas a girarte para indicar que apaguen el bolómetro notas como aquella sensación  de pinchazos aumenta haciendo que caigas de rodillas en el suelo.

Con un esfuerzo más que considerable levantas la mano y giras tu cabeza para dar la indicación de apagar. Por un momento vuelves a pensar en aguantar, solo un poco más. Aquella corazonada, ese hilo de pensamiento en tu cabeza parece cobrar más fuerza. 

<<Aguanta, pronto pasará el dolor>>

Paco te mira, tiene su mano en el botón de emergencia para que todo se detenga, pero está esperando tu indicación...