Item Descripción Valor

Movido por esa idea surgida de algún recóndito y oscuro lugar de tu mente, decides abrir la puerta. Nada más hacerlo sientes un pinchazo en la sien y ves el terrible error que has cometido. Los cuatro inician una carrera para salir de la sala...

Rápidamente miras el botón para cerrarla de nuevo, pero un nuevo pensamiento cruza tu cabeza. Quizá solamente quieran salir para volver a evitar el dolor de los rayos, si ha sido solamente un poco más intenso que el tu sufriste, ha tenido que ser terrible.

En tan solo una fracción de segundo has de decidir. Cerrar la puerta antes de que salgan o ver que ocurre.

En unos pocos segundos te ves rodeado por los dos técnicos y los dos guardias de seguridad. Sus miradas te recorren al tiempo que sus cabezas y brazos realizan movimientos erráticos. Tu, lejos de poder decidir que hacer observas toda la situación como si de un mero espectador de tu propio cuerpo se tratase.

Finalmente parecen dejarte y emprenden una carrera saliendo de la sala de control. Recuerdas en ese momento que los guardias tenían los privilegios de poder cambiar a su antojo los códigos de las puertas y abrirlas en caso de considerarlo necesario.

Pronto te ves solo en la sala, y sin nadie en la sala del bolómetro. Podrías aprovechar para destruirlo, o quizá prefieras seguirlos para ver a donde van. Si alcanzan a Paco y el resto de los técnicos quizá no tengan la misma suerte que tu...