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Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda otra vez, y luego a la derecha una vez más. Corriste para dejar atrás a los que te perseguían, corriste tan rápido como podías intentando despistarles por aquellos oscuros y tortuosos caminos, algo que poco a poco ibas consiguiendo, puesto que cada vez les sacabas más distancia. ¿Quiénes eran? ¿Cómo te habían descubierto? ¿Por qué no había drones y más patrullas persiguiéndote? ¿Por qué...?

Tus pensamientos se vieron interrumpidos cuando, tras tu último giro, te viste en un camino sin salida. Rápidamente volviste sobre tus pasos, pero la bifurcación que acababas de pasar también daba a otro camino sin salida, por lo que tuviste que retroceder aún más… y por desgracia, antes de que pudieses encontrar otro camino alternativo, tus perseguidores te dieron alcance. A juzgar por sus expresiones y su actitud, resultaba evidente que esperaban precisamente esa situación. Estaba claro que conocían aquellos caminos mucho mejor que tú, y antes de que pudieses intentar algo más, te dispararon. Para tu sorpresa, no eran armas militares, sino antiguas, de munición balística, algo que no cuadraba si realmente eran parte de las Fuerzas de Seguridad… claro que no por ser antiguas dichas armas resultaban menos mortales que las modernas.

En el suelo y con heridas mortales, la oscuridad se iba apoderando de tu mente cuando el camuflaje debió fallar a causa de los daños, lo que hizo que las últimas palabras que escuchaste antes de morir fueran de sorpresa.

El camino principal era demasiado arriesgado, no solo porque era bastante probable que te topases con alguna patrulla, sino porque entre lo iluminado que estaba y que a tu alrededor habrían a saber cuántas de esas criaturas, si te detenían, huir de la patrulla sería prácticamente imposible. Por ese motivo decidiste tomar un camino menos directo, pero a tu entender más seguro… o al menos todo lo seguro que podía ser algo en aquel lugar.

Alrededor del camino principal se alzaban numerosas estructuras similares a la que habías usado como escondite, algunas habitadas, otras usadas únicamente durante el día y otras abandonadas… y entre ellas había una gran cantidad de caminos, la mayoría de ellos estrechos, mal iluminados y con aspecto de estar bastante poco cuidados, y fue por estos caminos por donde decidiste ir.

Habías recorrido ya la mitad del trayecto sin cruzarte con ninguno de aquellos seres cuando un ruido a tu espalda te hizo girarte y ver que tres de ellos te estaban siguiendo. Desde luego, no parecían militares ni miembros de las Fuerzas de Seguridad de aquel maldito planeta, pero con esa especie nunca se sabía… especialmente porque al ver que los habías visto, te gritaron que te detuvieses.

Podías hacerles caso… pero que vieses, no había nadie más cerca, por lo que seguramente podrías escapar y dejarlos atrás sin problemas.