Item Descripción Valor





Aunque tu camuflaje no lo mostrase, estabas herido y sangrando, y la carrera no había ayudado precisamente a mejorar tu estado, por lo que no tenías ni las energías ni la entereza suficiente como para intentar engañar a la patrulla. Por ese motivo giraste para esquivarla y proseguir hacia tu nave, aunque no por ello dejaste de observar a los miembros de la patrulla.

Por un instante, parecieron hacer un amago de seguirte, pero justo en ese momento tus perseguidores giraron la esquina, con las armas en alto y, por desgracia para ellos, quedando a la vista de la patrulla, quienes al verles, se olvidaron de ti y salieron a perseguirles. Te habías librado… por muy poco.

Afortunadamente, ningún otro impedimento ni encuentro con más de aquellos seres ocurrió durante el resto de tu trayecto hacia tu nave, con el añadido de que esta se encontraba en oculta en un lugar completamente desierto. Aprovechando el momento para recobrar el aliento, miraste a tu alrededor para comprobar que no había más de aquellas criaturas por allí, y tras cerciorarte de ello, desactivaste el desfase dimensional que ocultaba tu nave y entraste en ella. Ya en el interior te dirigiste rápidamente hacia la sala de máquinas para alinear el conmutador dañado y parchear el relé principal con las piezas que llevabas. El tener que estar al mismo tiempo taponándote la herida para minimizar el sangrado no ayudaba, pero aun así, conseguiste reparar la nave antes de que fuese detectada, tras lo cual despegaste y preparaste el sistema de salto para que se activase en cuanto abandonases la atmosfera y te llevase de nuevo al espacio civilizado.

Seguir hacia delante e intentar pasar por donde estaba la patrulla era una completa locura y un auténtico suicidio. No, desde luego no podías arriesgarte a eso, por lo que, tras un mero instante de duda, te diste la vuelta y te alejaste de allí en busca de un camino alternativo para llegar a tu nave... o al menos esa fue tu intención inicial, puesto que apenas habías dado unos pasos cuando una luz te iluminó desde arriba, dándote el alto con una voz sintética.

Para tu desgracia, un dron que no habías sido capaz de ver a causa de las luces sobrevolaba el lugar donde se encontraba la patrulla, y desde su perspectiva había podido detectar fácilmente tu antinatural cambio de rumbo, fijándote como objetivo y alertando a los miembros de la patrulla, que ahora se acercaba hacia dónde estabas, ordenándote también ellos que te detuvieses.

Por supuesto, podías hacerles caso e intentar engañarles, tal vez fuese lo más seguro... o tal vez no, por lo que también podías intentar correr e intentar despistarles por los caminos secundarios, suponiendo que el hecho de estar en un lugar concurrido haría que no fuesen capaces de abrir fuego antes de que pudieses alejarte.