Señor Blanco
#183948 | Jueves 26/11/2020 10:34
Ensimismado, mientras guardaba su parte en los bolsillos deshilachados del pantalón de paleto, Blanco murmuraba para sí. En una voz casi inaudible, y en tono entrecortado.
—No era una entrevista, era un... interrogatorio. Una mierda de esas psicológicas, claro!. Y yo respondía... como un pardillo, él en bata, yo... ¿qué era yo? ¿celador? ¿paciente?
Señor Negro
#183952 | Jueves 26/11/2020 10:41
- Pacientes. Éramos pacientes. - dijo con rotundidad. - No entiendo nada.... todo parecía tan real. La reunión con Moore, el atraco, toda mi vida... ¿qué nos han hecho? - miró a sus compañeros.
Señor Rojo
#183961 | Jueves 26/11/2020 11:12
Rojo se puso en pie, y empezó a quitarse la ropa, cuando estaba descamisado se busca la herida del brazo, esa herida era real, había sangrado. Eso le llevo a revisar en busca de una marca de que le hubieran pinchado, de que le hubieran tenido bebiendo por un gotero.
- Que puta mierda es esta, ¿quién coño esta jugando con mi jodida cabeza?.-
La pregunta no era a vosotros. Sin duda. Era, quizás a un ser superior.... El desvencijado hombre, estaba ahora roto tanto por fuera como por dentro.
Finalmente su propio examen corporal llego a la parte superior del brazo derecho. Se detuvo en la herida de bala. La herida, le había dolido cuando llegaron al almacén, pero, aunque estaba ahí y la podía ver, ¿la podría sentir?.
Miro al resto, en su mirada había desesperación, porque las ideas que poblaban su mente eran aterradoras. Más incluso que no saber, era saber a medias, era no entender lo que se sabia, y él no entendía que estaba pasando.
Se agarro el brazo, respiro hondo y apretó con fuerza el dedo gordo sobre la herida, buscando, hacerse el máximo daño posible….
Señor Rosa
#183965 | Jueves 26/11/2020 11:21
El Señor Rosa hacía un esfuerzo por mantener la compostura, recogía dos partes tal y como le habían ofrecido: a fin de cuentas ¿quién rechaza dinero aunque sea el de Moore? Volvió a la bolsa su parte y se puso en pie.
- El estrés os ha roto... os ha roto la puta cabeza... pensaba que estaba trabajando con profesionales, joder - respondió malhumorado, enfadado, ¿con él mismo? ¿con vosotros?
Se dirigió hacia la salida, comprobando el exterior antes de salir
* Director *
#184009 | Jueves 26/11/2020 12:54
El aullido de Rojo cuando la herida se abrió y comenzó a sangrar profusamente hizo que Rosa, a su pesar, diera un respingo en el umbral de la puerta. Miró hacia el exterior. El club estaba localizado en un callejón secundario y en ese momento no había nadie en la calle. Podía ver la basura amontonada hacia el fondo del mismo. No se oía nada aunque la calle principal estaba a unos cien metros saliendo de allí.
El enorme todoterreno en el que habían llegado seguía aparcado delante de la puerta.
Volvió a mirar el interior. Vio a Rojo desnudo, contemplando su herida con una mezcla de dolor y confusión. Sentía que algo iba mal. Muy mal.
Señor Gris
#184072 | Jueves 26/11/2020 15:10
—Estáis como putas regaderas —dijo Gris metiendo el dinero en el bolsillo interior de la chaqueta —. Me gustaría decir que ha sido un placer, pero...
Negó con la cabeza y salió al exterior donde Rosa observaba atónito la ausencia de movimiento. A Gris también le pareció raro pero se encogió de hombros y palpó los bolsillos para comprobar que las llaves seguían ahí. El tintineo respondió a la pregunta. Metió la mano y las sacó. Abrió el coche y se sentó en el asiento del conductor.
Durante un buen rato observó a Rosa y solo cuando este miró hacia atrás en respuesta al aullido de Rojo, fue cuando arrancó el coche.
—¿De dónde cojones han sacado a esta panda de figurantes? —dijo en voz alta antes de meter la marcha atrás y pisar el acelerador.
* Director *
#185394 | Viernes 27/11/2020 19:57
Y se habría ido de allí si el coche arrancase.
Gris giraba la llave y ni siquiera sonaba el contacto. Bueno. Era un coche de desguace. Bastante suerte tuvieron con que hubiera llegado hasta allí.
Señor Rosa
#185405 | Viernes 27/11/2020 20:14
Le da un par de palmaditas al capó mientras mira a Gris, como indicando que abra.
- Seguro que hay un problema de contacto de la batería, joder, ¿en America no hay un puto mecánico que le ponga vaselina a los contactos? Evita que se forme óxido... o eso o nos hemos quedado sin motor de arranque, pero el coche es lo suficientemente viejo como para que haciendo contacto con un destornillador en las conexiones tire millas por esta vez...
Señor Rojo
#185420 | Viernes 27/11/2020 20:39
Rojo aulló de dolor, e hinco rodilla en el suelo, pero sabia que no era real. O bien el dolor, o bien la herida, algo no era real.
Apreto varias veces con mas fuerza, y noto como sangraba, no mucho, pero lo suficiente para que cualquiera que lo viera supiera que no estaba bien de la cabeza.
Apretaba los dientes, respiraba hondo solo por la nariz, y seguía apretando.
Pretendía de una forma autodestructiva, hacer lo que se suele hacer cuando crees que estas en un sueño. El clásico pellizco. Pero esta era su versión del pellizco, cruenta y dolorosa.
-Ahhh. Ufff. Ohhh. Affff.-
Estaba concentrado en eso, en poder despertar, su mente era un revoltijo de cosas, de sensaciones, olores, imagenes. Volvía una y otra vez sobre la mujer del traje rojo, su hijo muerto, amarillo, la cafetería, Moore. Qué era real, que no. Iba a averiguarlo a la fuerza, o caería inconsciente primero.
Señor Blanco
#185421 | Viernes 27/11/2020 20:33
Nada tenía sentido, no para Blanco, y tampoco los demás aclaraban nada. Negro era el único que había corroborado su sospecha, o teoría, o lo que fuera. Pacientes, había dicho, eran pacientes. Sin seguir a Gris, que se largaba, ni a Rosa que parecía que le seguía, y tampoco sin frenar a Rojo que se estaba machacando la herida de bala, se dirigió a Negro.
—¿Pacientes, dices? ¿por qué lo dices con tanta seguridad, lo has recordado, te acuerdas de algo más? ¿Estuviste en esa habitación blanca, con Amarillo vestido con bata interrogándote?
Se giró entonces hacia Rojo, mientras Rosa hablaba con Gris que ya estaba en el coche, intentando arrancarlo, sin éxito. El puto Rojo parecía fuera de sí, loco. Seguía apretando como un poseso, pero eran los tres que no estaban reconociendo lo que les rodeaba, no como Gris o Rosa. Le increpó.
—¿Y tú? ¿Qué más recuerdas de esa tipa de rojo? ¿Hay algo más? ¡Joder, soltad lo que recordáis!
Señor Gris
#186238 | Sábado 28/11/2020 18:29
Gris bajó del coche casi a la vez que Rosa entraba en él. Un golpetazo de la puerta zarandeó levemente el vehículo silenciando los exabruptos del hombre que acababa de salir. Sacó un cigarro de una cajetilla que tenía en el bolsillo frontal de aquella vieja camisa y lo prendió.
Tras una larga calada se alejó unos pasos del coche hasta colocarse junto a un árbol para orinar.
—No te esfuerces —le dijo desde la lejanía a Rosa con el cigarro sujeto en los labios—. Esa tartana ya ha visto todos los días de su puta vida. Ha dicho basta la jodida cabrona.
Subió la cremallera y se limpió las manos en el dorso del pantalón. Negaba con la cabeza y se encogió de hombros. Echó un vistazo a los alrededores. Hacía unos instantes el lugar estaba lleno de clientes y sus coches deberían de estar ahí.
Pero aquella noche nada podía salir bien...
* Director *
#186496 | Domingo 29/11/2020 15:37
El grito vino de dentro del loca.
Era Rojo. Pero no lo era.
Parecía haberse vuelto loco apretando aquella herida hasta que el dolor se hizo insoportable. Hasta que empezó a parpadear. Era complicado de describir: como cuando en un videojuego un glitch hacía que un personaje se pixelara momentáneamente mientras saltaba de una posición a otra. Eso mismo le estaba pasando a Rojo. Su cuerpo desnudo parpadeó por completo para volver a aparecer a escasos centímetros de donde estaba.
Y luego todo parpadeó nuevamente. Las paredes, la calle, el cielo. El cielo se volvió de un color rosado en vez del azul oscurecido natural por la hora. Vieron un coche aparcado que desapareció en el mismo instante.
—Tommy... tenemos un problema en el algoritmo RD-2101-1992.
Todos escucharon esa voz pero nadie había dicho nada. Ni siquiera la escuchaban a través de sus oídos sino a través de su cabeza.
—¿Nos están hackeando?
—No joder... no nos están hackeando. El sistema se está hackeando a si mismo.
—No digas gilipoll... hostia puta...
Rojo miraba su herida. O más bien la falta de herida. Donde tenía un feo agujero de bala mal curado ahora no había nada. ¿Cuándo se había vuelto a poner el traje?
Los demás miraban confusos alrededor.
—Desconecta tío... ¡desconecta esa parte antes de que infecte al resto!
—¡Ya lo intento joder! Avisa al Gran Jefe... puta mierda. Se lo dije. Le dije que era mala idea lo de Amarillo.
Hubo otro cambio brusco. Donde antes estaba el callejón que conducía a la calle principal ahora veían, a lo lejos, una barricada policial. Había dos coches patrulla atravesados y tras ellos otras dos furgonetas de SWAT. Por delante de los coches una barrera con letras rojas y blancas tras la cual se apostaban varios tiradores en posición.
Gris veía todo aquello apoyado en el capó del coche sin poder dar crédito a lo que estaba pasando. Rosa acababa de abrir el capó y quizás ni siquiera había visto lo que sucedía a su alrededor, enfrascado como estaba en revisar el coche.
Blanco, en el umbral del local, lo veía todo e intentaba que su cerebro no estallase mientas que Rojo sonreía como si ya se hubiera dejado mecer por la locura.
Negro, de pie dentro del burdel, permanecía inmóvil como una estatua.
Henry Moore
#186497 | Domingo 29/11/2020 15:49
Entonces una figura se adelantó saliendo entre los tiradores de la policía. Era Henry Moore. Vestía un traje como el que llevaban los atracadores y se aproximaba con las manos en alto, andando despacio, hacia ellos.
—Tranquilos chicos... no hagamos ninguna tontería. ¿De acuerdo? Vamos a relajarnos y nadie saldrá herido.
Henry Moore llevaba colgando del cinturón una placa de federal.
Señor Rosa
#186499 | Domingo 29/11/2020 15:53
Nada de óxido en las conexiones, la buena flexibilidad del cable parecía indicar que era bastante improbable que hubiera roturas...
- Pues esto no tiene mala pinta la verdad, no lo entiendo... - enfrascado en la reparación, mumuraba más hablando consigo mismo que con los demás
Al escuchar a Moore se asomó por el lado derecho del capó, cabreandose más por momentos y viendo si podía echar mano a su arma sin llamar la atención.
Señor Negro
#186511 | Domingo 29/11/2020 16:10
Todo el espectáculo que había dado Rojo dejó a Negro clavado en el sitio. Abrió mucho los ojos y empezó a correr hacia fuera del local.
Lo que vio allí no tenía el más mínimo sentido. ¿Cuando habían aparecido? Si solo habían pasado unos segundos desde que colgaran el teléfono. No podían haberse teletransportado... o tal vez si.
- Todo esto es una mierda, una gran mierda. Nos están vacilando. Estamos drogados en algún otro sitio, no es más que una pesadilla esto.
Señor Rojo
#186513 | Domingo 29/11/2020 16:18
- No me vais a joder más la vida...-
Dijo Rojo, sentenciando a algo o alguien pero sin mirar para ninguno de los presentes en la sala.
Escucho la voz, le sonaba familiar, era como la de Moore, pero, ¿quien era Moore?. Intentaba recordarlo, y aunque veía las imagenes y escuchaba los audios de sus conversaciones, había algo conocido, pero había lagunas, incoherencias. Lo notaba en su mente aunque no supiera como explicarselo a si mismo.
Asomo a la puerta y se quedo junto con el guapuras de Blanco.
- Venga Mofeo de los cojones. Déjate de paripes y de mierdas. Quien coño eres, y que poyas quieres de nosotros, payaso.-
Dijo el viejo rojo apuntando con el dedo a aquel carbón mal nacido que ahora sé hacia pasar por federal. Que puta basura.
Señor Blanco
#186542 | Domingo 29/11/2020 18:03
Las palabras que escuchaba en una voz ajena estaban resonando en su cabeza. DENTRO de su puta cabeza. Y hablaban de hackers, y de código, de jerga de ordenadores. Y de Amarillo. Incomprensible.
Blanco no daba crédito a lo que estaba escuchando, pero tampoco a lo que estaba viendo con sus propios ojos.
Rojo y su herida, y su traje, parpadeando como un mal televisor. Ahora sí, ahora no. Y en la calle, aún peor. Un coche que estaba, y ya no estaba, el cielo que ahora era azul, ahora rosa.
Y la barricada súbita, como activada con un interruptor, de los coches de policía. Y los SWAT. Y Moore...
¡Moore con placa de federal!
Se pasó ambas manos por la cabeza, apretándola, le latían las sienes, le jaqueca era insoportable. Lo que ocurría era insoportable. Se estaba volviendo loco. No, lo estaba, ya estaba loco. Loco.
Y no pudo más. La cabeza le estalló, quizá no literalmente. O quizá sí.
Sacó ambas armas y las descargó, sin tregua, sin duda, las vació hacia Moore, disparó como si no hubiera mañana. Para él, no lo había.
¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam!...
Señor Gris
#186753 | Lunes 30/11/2020 11:28
Gris cogió su arma y cerró la mano sobre la culata. Apretaba tanto que los dedos comenzaban a blanquear.
—Lo sabía, joder... sabía que nos había jodido —masculló de forma que solo Rosa pudo oírlo.
Levantó el arma y se la puso en la sien.
—Ni de coña te voy a dar ese gustazo hijo de mil perras.
Y de repente se escucharon los disparos de Blanco. Cinco balas recién escupidas salían a cámara lenta de la boca de su pistola. Gris veía claramente su trayectoria, como si lo estuvieran emitiendo en la pantalla de un televisor en uno de esos momentos dramáticos. Pero, por el camino las balas aparecían y desaparecían como lo había hecho Rojo hacía unos instantes.
—Hijo de puta —fueron las últimas palabras que salieron de la boca de Gris, ahogadas por la inundación de sangre de su boca. En su pecho, cinco agujeros de bala comenzaban a sangrar. La pistola de Gris cayó junto al pie de Rosa.
¿Quién coño era ese Moore?
Espero que me permitáis la licencia :)
Señor Negro
#186755 | Lunes 30/11/2020 11:46
Negro no podía soportar aquella tensión. Aquella situación se le escapaba demasiado de las manos. Los tiros, la traición de Moore, la locura, la mentira... era demasiado para él.
Agarró la pistola, se la metió en la boca y apretó el gatillo.
Ahí acababa todo.
* Director *
#186762 | Lunes 30/11/2020 12:09
Sistema cerrado.
Por favor introduzca login del sistema.
> *******
Bienvenido sr. Moore. Por favor introduzca parámetros.
>ANALISIS RD-2101-1992
Inicializando sistema de análisis. Módulo requerido RD-2101-1992.
Fallo del sistema. Sujetos autoconscientes.
10.20 - Soluciones aplicadas: cierre perimetral.
10.22 - Soluciones aplicadas: cambio simulación.
10.30 - Soluciones aplicadas: cierre emergencia.>STATUS PJS.2101-1992.*
Análisis personajes. Inestables. Autoconsciencia alcanzada.
Incidencia abierta: NAT-123455-9191
Recomendación UN-102. Desconexión y borrado.>ORIGEN INCIDENCIA NAT-123455-9191
Respuesta erronea a introducción de Huesped. Cliente: 888211222. Chistopher Hodrum. Alias en el juego: Señor Amarillo. Comportamiento anómalo en la simulación. Integración erronea en la historia.
Henry Moore se recostó contra el asiento de su silla. En los múltiples monitores se veían los rostros y fichas de cada personaje: Blanco, Gris, Rojo, Negro y Rosa. Estado: desconectado.
A sus espaldas se movía inquieto su ayudante, Chistopher.
—Señor... yo... podría explicarlo.
Henry seguía mirando las pantallas mientras respondía.
—No hay nada que explicar Chistopher. Gracias a ti hemos avanzado un paso más en la comprensión de las IAs. Teníamos sospechas de que podían llegar a la autoconciencia pero nunca habíamos logrado una reacción similar. El que te introdujeras en la simulación sin permiso y sin haber programado antes los parámetros de historia adecuados fue el detonante para que todo saltase por los aires. Eso sumado, por supuesto, a la inestabilidad de Rojo.
Amplió el historial de Rojo. Muy dramático, como pedirían los clientes finales de la aplicación. Demasiado. Habían subestimado el nivel de perfección de los algoritmos de sentimiento. Habría que bajarlos ligeramente. Quizás atenuar los recuerdos durante las funcionalidades de las misiones.
—Entonces... ¿ha ido todo bien?— preguntó con voz dubitativa el asistente.
—Ha ido fantástico. Ha sido algo así como lo de la penicilina de Pasteur: un terrible error abre unas puertas hacia algo inimaginable.
—Vaya... me alegro, señor. Volveré entonces a revisar el módulo de este juego concreto y...
—No. Lo que deberías ahora es buscar un buen abogado Chistopher. Estás despedido y probablemente Umbría Corp te demandará y acabará contigo. Dudo que puedas volver a trabajar en algo relacionado con la tecnología si es que te libras de la cárcel. Has incumplido tantos protocolos y tantas cláusulas de seguridad para darte el placer de probar el sistema que ni yo sería capaz de enumerarlas.
—Pero... ¿y las puertas hacia algo inimaginable? ¿Y lo que ha encontrado gracias a mi acceso?
—Me lo quedo, claro. Es de Umbría Corp.— pulsó un botón de su audífono —Seguridad: vengan para escoltar al señor Hodrum a la salida del edificio. Se le retiran todos los permisos en el sistema. Ya no es empleado de Umbría Corp.
Los dos guardias aparecieron casi de inmediato para llevarse en volandas al sorprendido Chistopher. Moore seguía mirando las pantallas. Aquellas personalidades virtuales le devolvían la mirada.
—Increíble. Es un mundo de posibilidades.
>OP ACCESO CONECTAR PJS.2101-1992.*