Item Descripción Valor

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- Conozco al señor Rovira desde hace años puesto que hasta el momento hemos sido socios en diversas empresas, y puedo asegurarle que la ostentación no forma parte de su carácter.- Desviar el tema parece que ha moderado los ánimos de tu interlocutor, quien por un instante accede a entablar conversación.- Si le soy sincero me cuesta recordar alguna ocasión en la que le haya visto asistir a un evento de estas características, mucho menos organizarlo, por lo que estoy seguro de que sea cual sea el motivo de nuestro anfitrión se trata de algo importante, al menos para él.


Concedes unos segundos al señor Tessier, quien ahora parece observar con curiosidad al resto de asistentes, como si hasta ese momento no se hubiera percatado de su presencia.


- Mírelos a todos ellos, bebiendo y riendo, ajenos por completo al horror que se desata en el resto de Europa, más aún, urdiendo planes para beneficiarse de su neutralidad en el conflicto.- Su rostro vuelve a adquirir un tono duro.- Millares de mis compatriotas están entregando sus vidas heroicamente en la defensa del río Marne, tan cerca de París que las tropas se desplazan al frente utilizando los taxis de la ciudad. No puedo seguir ignorando la situación, y ahora, si me disculpa, otros asuntos me apremian.


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[Tu Carisma ha aumentado]

[Tu Ingenio ha aumentado]

[Tu Audacia ha aumentado]

El recibidor de la mansión resulta tan lujoso como cabría esperar. Está compuesto por relucientes suelos de mármol, sólido mobiliario de madera noble y elementos decorativos forjados en metal precioso.


Otro sirviente -un caribeño mestizo también, de constitución muy similar al primero-  se os acerca diligente para recoger vuestras pertenencias. El guardarropa exhibe un espléndido muestrario de abrigos, sombreros y estolas de piel. Junto a éste, un espejo de cuerpo entero te devuelve una imagen a la que no estás habituado, pues rara vez vistes prendas tan elegantes. El traje le sienta bien a tu figura alta y delgada. Demasiado delgada podría decirse, uno de los síntomas, junto a los marcados círculos oscuros que rodean tus ojos, que delatan lo mucho que te cuesta conciliar el sueño por las noches.


En el centro de la habitación, y como última formalidad previa a la sala principal, se encuentra una ornamentada mesilla sobre la que reposa un grueso tomo abierto. Le acompañan una pluma estilográfica y un exuberante florero que da colorido a la estancia.


Una simple ojeada te confirma que se trata del libro de visitas, con una lista de invitados repleta de personalidades pertenecientes a la burguesía. Tras dejar vuestra firma en el libro decides realizar una última acción antes de proceder al gran salón.