Item | Descripción | Valor |
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Aquella situación te daba pero que pero que muy mala espina ¿De dónde habían salido? ¿Por qué te pedían que te detuvieses? ¿Eran acaso militares camuflados, una patrulla de incognito, o eran otra cosa? Lo cierto es que no tenías ni la más mínima idea… y tampoco tenías ninguna intención de quedarte para averiguarlo, por lo que rápidamente te giraste y empezaste a correr para alejarte de ellos.
Por suerte para ti, tu rápida reacción impidió que, un cuarto de aquellos seres, al cual no habías visto puesto que se encontraba escondido más adelante de donde estabas, no tuviese tiempo ni de reaccionar ni de detenerte, incluso a pesar de que casi chocaste con él en tu huida. Estaba claro que iban a por ti, aunque eso no explicaba cómo es que habían podido atravesar tu camuflaje y descubrirte sin un escáner cercano. Pero tampoco importaba, al menos no en ese momento, lo importante era escapar y que no te atrapasen… ¿pero escapar por dónde?
Podías correr de vuelta al camino principal, donde podrías despistarles entre la multitud… claro que si sabían que eras, tal vez estuviesen esperándote. O podías internarte aún más en los estrechos caminos secundarios, intentando perderlos en la oscuridad… pero corrías el riesgo de perderte o de quedar atrapado.
Aunque moverte por la noche era arriesgado a causa de la más que probable presencia de patrullas y controles, aun lo era más esperar a que amaneciese, puesto que no tenías forma de saber si la energía del camuflaje aguantaría... y sin él, no tenías ninguna posibilidad de escapar.
Así pues, cogiste las piezas que necesitabas para reparar tu nave y abandonaste la estructura abandonada que te había servido de refugio hasta el momento. A pesar de que la luz del satélite de aquel planeta apenas llegaba a la superficie debido a las densas nubes de contaminantes que cubrían el cielo, la oscuridad no era un problema, puesto que no eran pocas las luces que iluminaban los caminos… al menos los principales, en los cuales había multitud de aquellas horripilantes criaturas. No tantas como de día, claro está, pero aun así había bastantes, lo cual sin duda te dificultaría el poder darte cuenta de la presencia de alguna patrulla hasta que estuvieses casi encima.
Aunque también tenías la opción de ir por los caminos secundarios que serpenteaban entre las estructuras en las que vivían aquellos seres, caminos angostos, poco iluminados y menos transitados que tal vez te permitiesen llegar a tu nave sin cruzarte con ninguna patrulla.