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En mi opinión se trata de un tebeo a la altura de otras obras de Ellis más conocidas, como Transmetropolitan, The Authority, Planetary o Global Frequency. Si bien desprende un aire menos frenético y más íntimo, como Fell. Desgraciadamente, la serie se paró a mitad del segundo arco argumental y parece haberse desvanecido en la nada.



Básicamente nos encontramos ante una historia de detectives en la que el protagonista se corresponde con un arquetipo bastante conocido en el género noir; el de un tipo duro que está de vuelta de todo, con profundas heridas físicas y mentales, que no es malo pero tampoco un modelo de conducta y que tiene grandes amigos y grandes enemigos. Para resolver sus casos tiene que entrar en las zonas más oscuras de la sociedad, y estar dispuesto a hacer daño, mucho daño, si quiere evitar que se lo hagan a él.



Todo esto además con un toque fantástico, ya que muchos de los personajes poseen habilidades extrahumanas que los convierten en poco menos que monstruos.



El dibujo complementa muy bien la historia y contribuye a darle un aire de extrañeza y desesperación.



Recomendado tanto para fans de Warren Ellis como para amantes del género negro.