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Muy bonito, muy interesante, muy recomendable.



Para que os hagáis una idea del estilo de las historias en este webcómic os diré que es como una mezcla de las novelas de Enid Blyton, las de Harry Potter y el viejo Mundo de Tinieblas. En Gunnerkrigg Court se entremezclan niños, clases, profesores, robots, fantasmas, monstruos y criaturas mitológicas. Un cóctel que podría haber salido muy mal, pero que deja buen sabor de boca.



El dibujo es sencillo, de línea clara y no muy detallado en los personajes aunque los fondos suelen estar más trabajados. En el apartado color, el autor usa una paleta limitada con predominancia de grises y marrones. Esto le da un aire algo triste y melancólico que, al menos para mí, es parte del encanto de esta obra.



Los arcos argumentales son por lo general largos, con minihistorias ocasionales insertadas dentro de los mismos. El registro toca tanto el drama como la comedia, pero lo normal es que se lea como un tebeo de aventuras y misterio. También tiene algo de viaje iniciático, por las pistas que Annie (diminutivo de Antimony) va reuniendo acerca del pasado de sus padres y por lo que aprende acerca del mundo en el que vive.