Mike Mignola(Berkeley,California,1960) no queria seguir dibujando famosos superheroes,como Batman o Superman,sino narrar historias goticas con elementos sobrenaturales.
Asi nacio Hellboy,un heroe del bien de apariencia monstruosa y,con el,llegaron el exquisito telepata Abe Sapien,hominido de aspecto anfibio,la piro-Kinetica y seductora Liz Sherman,el Dr. Bruttenholm y la Agencia de Defensa e Investigacion Paranormal.
Mignola se encarga completamente del dibujo,de magistral estilo expresionista,y del argumento.Es un dibujante que ha entendido a Jack Kirby como una voz viva que no murio con su cuerpo.
Los fondos negros de Semilla de destruccion chisporrotean con el jubilo y entusiasmo de un dibujante casi embriagado por el placer de poder plasmar esas lineas en papel,de dar vida a situaciones epicas,titanicas.
Se da una nueva mano de pintura a imagenes,ideas e iconos vagamente disfrazados del rico tesoro de cuatro colores de la historia de los comics y,de repente,son tan evocadores y estan tan llenos de energia como la ultima vez que los vimos.
En 2004,el cineasta mexicano Guillermo del Toro llevo a a la gran pantalla a este personaje,con el visto bueno de propio Mignola uniendo dos de los grandes medios de expreson del arte contemporaneo:el cine y el comic.
Sale un bicho con electrodos o tentaculos, Hellboy le pega, el suelo se derrumba, caen por el agujero a un sotano (con agua opcional). Ahi le vuelve a pegar hasta que sale otro bicho mas grande.
Aun asi, es mi comic favorito y los he disfrutado todos. Me ecnata su peculiar humor y sobretodo la ambientacion. Es una pena que Mignola ya no dibuje tanto como antes.
Hellboy está entre mis series de comics favoritas y este título, es uno de los mejores aunque para mi gusto, hay otros que lo superan.
La primera película está basada en el argumento de esta historia (muy líbremente) y en general, es un cómic que marca muy bien lo que es toda la serie, que al igual que este, se centra en pequeñas historias autoconclusivas que se pueden leer por separado. Con un dibujo que sorprende por su tratamiento de sombras, juego de colores y una historia muy lovecraftiana, mantiene un ritmo que si bien luego, se convierte en algo repetitivo, nunca deja de entretener.
Pero lo mejor de todo es cuando a medida que vas leyendo más y más números, ves que a pesar de ser independientes, todas tienen un lazo que las une, y es en los últimos números, cuando por fin, las piezas se juntan para ofrecer una historia muchísimo más grande, de lo que al principio se puede pensar leyendo los numeros por separado.