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Infierno Púrpura, por Francisco Tapia-Fuentes y publicado por Con Pluma y Pixel. Segunda entrega de la colección de La Saga del Merc. 

Hablemos en primer lugar del formato. El libro contiene 200 secciones y 282 páginas. Encontramos algunas  ilustraciones donde podemos ver un poco cómo es el lugar que visitamos y los enemigos a los que nos enfrentamos. Sigue lógicamente con el color de las páginas blancas, cómodas para leer, con un tamaño de letra adecuado y marca páginas xxl incluido en el pack que compré (junto a 3 dados de 6 caras coloridos que incluyeron también). 

Este libro continua con el sistema que se explica en el primer libro (aunque lo volvemos a encontrar pues se puede jugar sin haber jugado el anterior). Se siguen lanzando de uno a tres dados según tus características contra una dificultad o contra una tirada enfrentada. Tiene la particularidad que en el caso de la dificultad indica el número de dados a lanzar para determinarla (no la propia dificultad en sí). En las tiradas enfrentadas debes superar el mayor de los números sacados y el sobrante se convertirá en daño acumulado para el perdedor. 

En este caso, al haber jugado la anterior entrega, podemos elegir dos rasgos en lugar de uno, que nos ayudará en determinados momentos. Cada arma, también tiene un daño distinto, y el valor de ese daño lo dará el lanzamiento de uno o varios dados, aunque en esta aventura Nic comienza con las manos vacías. Continúan acumulándose las tiradas con seises hasta dejar de sacarlos.

En el libro se hace referencia a unas reglas extendidas para quien quisiera liarse un poco más. Buena idea, aunque las encontraríamos en la página web (esto me gusta menos). Aun así, parece ser que estas reglas evolucionaron en otra cosa (probablemente otro producto) y no se pueden encontrar. Probablemente no estaban aún escritas, de lo contrario se hubieran incluido directamente en el libro.

Respecto a la narrativa, decir que en esta entrega ha mejorado mucho la experiencia. Me parecen las secciones bastante más largas, con más descripciones y más redondas. He disfrutado de la lectura, y de hecho no me importaría leerlo como una novela, pues es lo suficientemente entretenido incluso para jugar sin dados (mentira, los dados los llevo en el bolsillo siempre).

Con todo, este número me ha parecido que mejora el anterior. Continuaremos.