Está claro que la intención de los autores de 'Dungeon Trophy' es simular los viejos videojuego de la época de los 80-90, donde teníamos que recorrer estancias enfrentándonos a monstruos, usando los objetos que encontrábamos, para llegar al final. Si la idea te resulta atractiva te aseguro que el libro hace muy bien esa labor.
Lo que no encontrarás en 'Dungeon Trophy' es narrativa más allá de la necesaria para envolver su parte mecánica. Ni falta que le hace, que conste. A mí me encanta la narrativa en los librojuegos— de hecho es lo que más valoro— pero me gusta ver un producto que está diseñado con ideas claras de como debe funcionar. Podrían meterle narrativa a 'Dungeon Trophy' pero entonces igual se perdía ese sabor a videojuego que busca.
¿Es para todo el mundo? No. Habrá gente a la que le guste y gente a la que no. Confieso que a mí no me ha interesado más allá de dos partidas de prueba pero mi hijo, por ejemplo, se quedó pilladísimo hasta que lo completó, y lo disfrutó como un enano. Ojo: no digo que sea un librojuego para niños. Digo que también funciona para ellos de maravilla.
También me parece ideal para quienes disfruten el dungeon crawling clásico. Por si alguien lee esto y no sabe de que hablo: en juegos de rol y videojuegos se denomina 'Dungeon Crawling' (o mazmorreo en español) a ese estilo de juego donde lo interesante es recorrer un lugar (normalmente unas mazmorras o 'dungeons') arramblando con todo el tesoro posible, enfrentándose a trampas y matando monstruos. Sí, efectivamente: acabo de definir lo que se hace en Dungeon Trophy.
De hecho las decisiones que puedes tomar durante la aventura son muy específicas:
El resto de la aventura se define mediante tiradas de dados que generan un dungeon aleatorio que iremos recorriendo a base de otras tiradas que nos irán llevando hacia el interior del mismo, en busca de los tres trozos del mapa con el que completaremos el juego. Porque la misión es recorrer salas hasta obtener los cuatro trozos de un mapa mágico con los que completaremos la partida.
Esto lo hace ideal para jugar a ratos libres, intentando llegar lo más lejos posibles antes de que un monstruo nos desgracie (sí, troll, te estoy mirando a ti con odio), subiendo de nivel y rezando para que no se nos apague la antorcha.
Hay que destacar en el librojuego el aspecto visual ya que todas las páginas tienen su ilustración. Esto es un nuevo guiño a esos juegos tipo 'Eye of the Beholder', 'Bard's Tale' o 'Dark Heart of Uukrul' donde te movías viendo la paredes del pasillo.
Mención aparte para el bestiario que, personalmente, ha sido lo que más me ha gustado. Tanto por las ilustraciones como por los pequeños textos explicativos de cada criatura. Cada bicho, además, viene acompañado de su correspondiente tabla de combate. Y en este punto sí que veo una oportunidad perdida. La tabla es simplemente una tabla donde ver que sucede cuando tiras los dados y, nuevamente, te deja en manos del azar. Aquí me habría encantado algún subsistema que te permitiese arriesgar durante el combate o quizás incluso escoger opciones para las tiradas aprovechando el detalle de cada bicho. Sin embargo no es así: tú simplemente tiras, añades los bonos y miras el resultado. Nuevamente es algo que creo que se hace con intención, como esos mensajes de los videojuegos de rol donde sale una frase aleatoria junto al daño tipo 'el esqueleto te alcanza en un brazo con su espada herrumbrosa'.
'Dungeon Trophy' hace bien lo que quiere hacer: imitar a un videojuego de dungeon crawler clásico, con mecánicas rápidas y divertido de jugar. De hecho si te gustan este tipo de aventuras es muy rejugable porque con la generación aleatoria de dungeons aleatoria favorece eso. Si quieres narrativa me temo que no es el producto adecuado... salvo que lo conviertas en un juego de rol en solitario donde tú montes tu propia historia sobre el recorrido del dungeon. Pero eso ya es otra historia.
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