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Esta novela es una magnífica introducción al universo apocalíptico que Brian Keene nos describe en la serie El Alzamiento. Además de servir de precuela de algunos de los personajes que aparecen en la serie también sirve como relato paralelo a lo descrito en la serie, por lo que también puede leerse como novela independiente.

Para mí las características más destacables de esta novela son:

• Los protagonistas: los personajes de Keene no son heroicos y aguerridos supervivientes como Rick Grimes (The Walking Dead), Juan Aranda (Los Caminantes) o Roberta Warren (Z-nation) ni lideran sus propios grupos en una guerra sin cuartel contra los muertos vivientes. Son personas normales, asustadas, incapaces en muchos casos de entender qué es lo que está sucediendo. En muchos casos el pánico y la desesperación les llevarán a tomar decisiones que pueden parecer estúpidas al leer el relato en la comodidad del sillón, pero a las que se les encuentra la lógica a poco que se reflexione sobre los personajes y los sucesos en los que se ven envueltos.


• Los zombis: los zombis de Keene son cadáveres poseídos por entidades sobrenaturales, algo que se nos explica al poco de empezar la novela. Son inteligentes, hablan y pueden usar armas. Sólo se les puede eliminar destruyendo su cerebro, y aun así lo único que se consigue es que la entidad salte al cuerpo muerto más cercano. Además estas criaturas no se limitan a poseer cuerpos humanos. En muchos relatos nos encontramos con ratas, gatos, perros, caballos e incluso un elefante zombificado que pondrán las cosas muy difíciles a los sufridos protagonistas.


• El tono: combinando los dos elementos anteriores Brian Keene nos muestra un mundo atroz, sombrío y sin esperanza. No hay ejército que venta a salvarte  ni gobiernos a los que pedir responsabilidades. Abundan las mutilaciones, los descuartizamientos y las víctimas devoradas vivas. Sin embargo al autor tampoco le tiembla el pulso a la hora de mostrarnos el lado más desagradable de la naturaleza humana. Según uno de los protagonistas “los zombis sólo matan, los humanos hacen cosas peores”.

Para terminar diré que las novelas de zombis de Keene son duras de leer. No busquéis en sus relatos actos de heroicidad o finales felices. El poco humor que encontraréis es del negro más sepulcral. Abundan la miseria, la desesperación y la crueldad tanto de los zombis como de los  humanos. Terror en su forma más cruda y descarnada sólo apta para los estómagos más fuertes.

Que la disfrutéis aquellos que os atreváis con él.

Un saludo

Konietzko