Interesante novela de ciencia-ficción en clave de space opera que presenta al personaje estrella de la saga creada por Lois McMaster Bujold. Siguiendo la cronología interna de acontecimientos de la serie, constituiría el tercer volumen de la misma.
Constituye una digna presentación de personajes y de los sistemas estelar, político y militar, en los que se desarrollan las novelas de esta autora. A pesar de que el ritmo pueda resultar irregular, este es un volumen clave dado que de los sucesos que se narran en él dependen ciertos aspectos recurrentes, no sólo en lo tocante a sucesos u organizaciones sino a personajes de cierta relevancia.
Miles Vorkosigan constituye casi más un antihéroe que un héroe al uso. Encarna todo lo que su cultura natal desprecia al haber nacido aquejado de terribles malformaciones, lo cual condiciona completamente su vida. No obstante, a pesar de verse altamente mermadas sus capacidades corporales, nos encontramos con un personaje de una inteligencia y perspicacia que, en ocasiones pueden resultar exasperantes. Con todo, estos factores se encuentran justificados por la autora a través de la infancia de Miles y no tardamos en comprender que son el resultado inevitable de la necesidad del personaje de adaptarse a las exigencias de su mundo.
A pesar de presentar ciertos "fallos" atribuibles a ser las primeras tentativas de la autora de dar forma a su enorme universo, este volumen es un pilar fundamental para adentrarse en las aventuras de Miles Vorkosigan.
En general, la saga de Miles Vorkosigan se hace entretenida y amena de leer, y coincido en que McMaster Bujold va mejorando en los volúmenes posteriores.
Una lectura más que recomendable para pasar muchos ratos.
Lo dicho. En algunos momentos flojea un poco, pero en conjunto, merece la pena. Más adelante, Bujold consigue equilibrar mejor su narrativa.
Novela entretenida, ligera, con momentos buenos y otros no tanto, un poco deslavazada para mi gusto...pero de lectura amena a pesar de todo.
En suma me gustó, con un poco más de tensión le hubiese puesto un siete, nada mal para una Space Opera primeriza.