libros

Libros

El elogio de la sombra

Por Gran_Joe

Lo cierto es que a pesar de que es un ensayo un tanto espeso, el libro me ha gustado bastante. Al principio del ensayo parece que sus diatribas no van a llevar a ninguna parte, pero según vas pasando las páginas te vas dando cuenta de que no se trata tan sólo de un hombre viejo que piensa que el pasado siempre es mejor, sino de un japonés que entiende que su color de piel, su percepción, su sentido estético y su conocimiento de los colores son diferentes a los de los occidentales y ésto se debe a su procedencia japonesa, a su cultura, a su arquitectura, su arte y el la escasa luz que reciben del sol los japoneses.
Se agradece que el ensayo sea corto, porque hace que lo termines rápido, pienses y asimiles lo que has leido.
Hasta ahora era consciente de que los japoneses tienen una cultura visual diferente a la nuestra, películas como los siete samurais, ran o los dibujos anime, me han enseñado que dominan los colores cálidos y que para ellos la composición de las luces y los colores es tan importante como la historia que estén narrando o la utilidad práctica del edificio que estén usando.
La novela desengrana la arquitectura, la pintura, la escritura, el papel, la iluminación y el teatro japonés, mostrando la importancia de la escasa iluminación. Me llamó muchísimo la atención que explicase que en el teatro japonés era muy importante que el escenario estuviera levemente iluminado para que los actores que interpretan a mujeres sean realmente bellos para un hombre y de cómo la invasión americana y la alta tecnología ha inundado todo. Ahora sus teatros están tan iluminados que los actores disfrazados de mujeres son claramente diferenciables, lo que a ojos de Tanizaki hace que la obra teatral pierda todo su sentido, despreciando por completo la historia que pueda estar contando y poniendo por delante el sentido estético.
También me llamó la atención su aprecio por el papel y la tinta china: papeles suaves, aterciopelados y que no brillan, sino que absorven la luz entre sus grietas dejando que sea un blanco que para un japonés resulte agradable. La tinta china a su vez, usada sobre pincel, en lugar de la pluma europea, hace que los trazos sean completamente diferentes a los occidentales; Tanizaki defiende así de nuevo la cultura japonesa y pide que los hombres de su tierra no se dejen invadir por la tecnología extranjera, aunque como él mismo diga, les haya traido muchas comodidas y así lo demuestra diciendo al final de su obra que lo que va a apagar es una bombilla y no una vela o un candil.
También me sorprendió cómo describe el antiguo canon de belleza de las mujeres japonesas, con mujeres que sólo se les ve la cara, que se cubren los dientes con pasta negra y que viven en la más profunda oscuridad. El aprecio de lo japonés a la oscuridad es tal, que la ausencia de luz era para el japonés el sentido de lo bello.
En definitiva, toda la obra trata sobre el aprecio que los japoneses sienten por el claroscuro, por las tonalidades calientes. En el extremo contrario estaríamos los occidentales, para los que lo bello es lo que brilla y lo bien iluminado (porcelana, objetos metálicos que destellean). En la novela cuenta una divertida anécdota de cómo Einstein se sorprende al ver bombillas encendidas de día y como buen judío hace un comentario sobre el desperdicio de dinero que eso supone. Tanizaki explica que si se apagaran las bombillas, también se apagaría el aire acondicionado porque no haría tanto calor e incluso se le nota ofendido ante esa situación.
La obra como dije al principio me ha servido para entender la cultura visual japonesa. Ahora entiendo el por qué sociológico de los largos planos tenues y los colores rojos de los que tanto abusa el cine japonés y el por qué valoran tanto su papel y su cultura ancestral y que puede parecer poco práctica.
Lo que más me sorprende fue ojear por internet varias críticas sobre el libro de gente que decía que era un libro maravilloso y que lo único que comentaban crítica tras crítica es el breve espacio que Tanizaki dedica a los lavabos japoneses y a los rebotes de la luz que debe haber en su interior. Creo que la novela tiene mucha más profundidad que eso.


Dumah
Dumah · 12/01/2010 15:11

No tiene mala pinta, la verdad. Parece muy exótico.

Gran_Joe
Gran_Joe · 09/01/2010 20:33
Y la puntuación.
KomandanteKrull
KomandanteKrull · 09/01/2010 23:58
¿Pero qué clase de porquerías lees en navidad, Gran Joe?