Me encantó éste libro, porque recuerdo que me lo leí en menos de una semana.
Es muy ameno e ideal para niños, pero creo que si me lo volviera a leer me encantaría de nuevo.
Se me caían los parpados por las noches y aún así acababa capitulo tras capítulo.
De verdad, muy bueno, como casi todo lo de Durrell.