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Lei este libro previa consulta de varias lista del tipo “Las X mejores novelas de ciencia ficción”, entre ellas la de David Pringle. Tras tomar nota mental de varios títulos, pude hacerme con ella tras algún tiempo. ¿Por qué la elegí como “futurible”? Bien, el argumento sonaba pintoresco, y ya conocía a Harry Harrison por “Bill, héroe galáctico” (aunque todavía no la he leido), y la Trilogía de Edén (que sí lei, si bien hace ya muchos años). Asimismo, sabía que se había hecho una adaptación cinematográfica de la novela, “Cuando el destino nos alcance (Soylent Green)”, protagonizada por Charlton Heston, la cual tampoco había visto, si bien recuerdo no es extraño ver alguna escena de cuando en vez en los programas sobre cine (la famosa escena del filete en la caja fuerte, por ejemplo). Existen, sin embargo, diferencias argumentales importantes.

Lo dicho, finalmente me hice con el libro y lo lei. Desde mi punto de vista yo no diría que se trata de una novela de ciencia ficción pura, sino más bien una novela policíaca-detectivesca en un contexto, diríamos, post-apocalíptico, donde la superpoblación ha acabado con prácticamente todos los recursos naturales, ---la comida, tal como entendemos dicho concepto, prácticamente no existe---, donde con suerte puedes optar a tener una habitación donde vivir, donde la práctica totalidad de la población vive de la beneficiencia del estado y donde una televisión destartalada es el máximo exponente tecnológico... La historia gira en torno a la investigación de un asesinato que ha tenido lugar en una urbanización para millonarios, la huida del asesino y la relación que surge entre el detective que se ocupa del caso y la amante de la víctima. El lector sequirá las vivencias de estos tres personajes a lo largo de varios meses, y cómo su vida y la de los que les rodean se hace cada vez más insoportable. 

Ante todo debo advertiros de que es una novela bastante dura, muy dura, no porque sea excesivamente violenta o nada por el estilo, sino porque es una novela extremadamente deprimente, en el sentido estricto de la palabra. Si lo que buscáis al leer es evadiros y pasar un rato agradable, olvidaos de esta novela. Que conste que no me ha parecida una mala novela en absoluto, pero no me gusta que mi estado de ánimo empeore con la lectura...