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Una novela de fantasía atípica situada en nuestro mundo, sin orcos ni espadas, que merece nuestra lectura.
Jonathan Strange y el Señor Norrell muestra una magia tratada con una excelente seriedad, y una Inglaterra que aparentemente es la del siglo XIX real, pero que está reconstruida, enriquecida con leyendas e historias sobre el Rey Cuervo y sobre su magia y los espíritus hada que conforman un folklore alternativo impecablemente fundido con el argumento del libro y con el curso de los acontecimientos.
Los personajes están construidos con gran maestría. Admiraremos el modo de actuar de un personaje para más adelante juzgarlo de forma diferente, para acabar dándonos cuenta de que nadie es malvado del todo ni absolutamente benévolo, ni tampoco nadie tiene siempre la razón o carece de ella. Los personajes son de carne y hueso, sin héroes ni villanos, sino con gente con principios, pasiones, miedos y manías.
La novela se desenvuelve en un ambiente y tono que recuerda a las obras de Oscar Wilde, en cuanto a su tratamiento de la alta sociedad y a su sentido del humor, no destinado a hacernos reír a carcajadas, sino a arrancarnos sonrisas mientras avanza la trama.
Dejedme decir en este punto que el argumento es original y que da giros mantienen viva la trama, evitando un progreso lineal y predecible, a la vez que la complican.
La novela es larga y lenta, pero en absoluto pesada. El hecho de que la trama avance poco a poco se debe a que la novela está formada de escenas que individualmente son poco trascendentes pero que en conjunto conforman el carácter de la obra y de sus personajes. En definitiva es como saborear a poco a poco tu plato favorito. Para nada desearía que fuera más rápida o más corta.
Un punto a destacar es la presencia de múltiples notas a pie de página que hacen referencia a menudo a conjuros o leyendas de los que hablan los personajes. Las notas explican la leyenda en cuestión o comentan el hechizo y dan una referencia fictícia del libro y autor de donde lo aprendieron los magos. Es un toque simpático más a una novela que consigue perfectamente conectar con el lector.
El libro es largo y esto lo hace caro, sin embargo por sus personajes llenos de carácter, que nunca dejan indiferente, por su facilidad para absorver al lector y conectar con él y por su historia inusual y huyendo de los tópicos, definitivamente vale la pena la inversión.