No escribo reseñas de los libros que leo, ni suelo hacerlo de las pelis que veo. Pero este caso es distinto, porque me ha impactado mucho. Cuando lo compré, hace muchos años, por alguna extraña razón no lo leí. Quizá porque temía que fuera una novela más "de médicos", y estaba escamada. Pero ahora, de vacaciones, "me lo encontré" de nuevo entre las manos, y puesto que la licenciatura en medicina me ha vuelto a ser familiar (yo me licencié en su día, aunque no ejerzo, y mi hija, como ya muchos sabéis :P, acaba de hacerlo ahora) me ha picado la curiosidad.
Y, la verdad, es triste decir que es exactamente el ambiente que me encontré cuando yo hice el rotatorio, o el que se encuentran en la actualidad los MIR. Ojalá me equivoque, y algún MIR salte indignado y me escupa en la cara que las cosas ya no son ahora como se describen en La Casa de Dios, pero me temo, por lo que veo y lo que me llega de mis lazos con otras personas del mundo de la sanidad, que sigue igual.
La novela, sea como sea, es una joya, y la recomiendo a todos los niveles.
Por cierto (lo digo aquí porque no puedo editar ya), que el libro me ha parecido tremendamente machista. Es fruto de una época, claro, pero lo que SÍ ha cambiado es eso en el mundo médico-sanitario. Ahora, la mayoría de licenciad@s son licenciadas. Es un hecho.