Dicen que Thomas Ligotti está llamado a ser el nuevo Lovecraft. Quizá sea un poco pronto para decirlo, pero de momento, las similitudes son bastante obvias: es un escritor un poco recluso, que apenas habla excepto para analizar el género de terror, su narrativa es muy descriptiva y ambos tienen una visión del universo gobernado por fuerzas que el hombre no comprende.
La principal diferencia radica en el cambio de época: Ligotti es un escritor de fin de siglo y se le nota, en sus relatos aparecen calles vacías, locales abandonados que no se sabe cómo se mantienen abiertos y gentes bastante extrañas. De sus protagonistas, o poco se sabe, o están relacionados con la profesión artística. Y en todos los casos, aparecen situaciones carentes de sentido, más propias de una pesadilla que de una narrativa más tradicional. Ninguno de los monstruos que describe Ligotti parece tener nombre, ni más motivaciones que romper la realidad establecida previamente.
También ha sido comparado con Clive Barker, especialmente en el tema de los horrores urbanos, si bien las similitudes terminan aquí: un rasgo principal de este autor es la sutileza con que trata todos sus temas: no hay sangre, ni asesinatos, ni golpes de efecto. Como mucho, algo que el protagonista puede percibir por el rabillo del ojo y con cuya amenaza tendrá que vivir por el resto de sus días. Como puede verse, tanto por el tratamiento de la acción como la importancia de las descripciones y la creación de ambiente, poco tiene que ver con el terror actual, más enfocado a la acción y a los golpes de efecto.
Un autor recomendable para quien quiera leer relatos con más atmósfera ambientados en una época distinta a las novelas góticas.
Hum... suena interesante. Al autor no lo he leído, pero he tenido ocasión de leer (de hecho lo tengo original) un cómic con el mismo título basado en las historias del mismo autor (editado por Panini Comics). En concreto se representan las historias: El último festejo del arlequín, El sueño de un maniquí, El manicomio del Dr. Locrian y Teatro Grotesco.
Ciertamente es un cómic diferente. Transmite tristeza, soledad, locura y paranoia. Así que supongo que si el cómic me ha gustado, las historias originales también lo harán.
Creo que me lo apunto para el futuro!
Buena aportación!