Muy en la línea de El color de la magia, esta segunda entrega del Mundodisco parece una obra más consciente de lo que se avecina, como si Pratchett hubiese decidido durante su redacción que a lo mejor no se conformaba con una simpática bilogía de aventuras, como si hubiese decidido entonces que Mundodisco tenía potencial para más. Dudo que supiese entonces hasta qué punto sabría exprimirlo, but still…
La luz fantástica (en inglés, y contra lo que cabría esperar, The Ligh Fantastic) retoma la aventura de Rincewind y Twoflower exactamente donde lo dejó El color de la magia, y lo hace con naturalidad, aunque pronto toma unos derroteros más oscuros, aunque, de todos modos, clásicos. ¡El Mundodisco está en peligro y los héroes deben salvarlo! La diferencia estriba, claro, en que esta vez tenemos con nosotros a los peores héroes habidos y por haber. Con excepción de Cohen, el bárbaro. Y del Equipaje, claro.