El libro es entretenido y ameno porque siempre es Joan Ferrer quien habla y quien explica las cosas, dejando así más patente que el libro habla de su visión del mundo. No caben medias tintas. El explica la verdad. Su verdad, claro. Y la explica con la convicción de quién cree en lo que hacía y, siendo anarquista, normalmente es una verdad algo diferente a lo que la oficialidad ha dejado escrito.
A medida que se va leyendo, deja clara la diferencia que había entre trabajadores y patronos, y como la lucha por los derechos de los trabajadores va haciéndose cada vez más dura y difícil, hasta la llegada a la época del Pistolerismo y la guerra civil, una oportunidad, según él, de renovarse y hacer las cosas bien.
Pero el libro pierde esa vitalidad característica al llegar la guerra civil. La derrota pasa factura y se le nota. En el resto del libro plana el desánimo. La rendición, el exilio y los campos de refugiados, el Maquis y sus amigos y conocidos muertos (antes, durante y después de la guerra), la CNT que no remonta, pues en Francia el sindicalismo estaba copado por los sindicatos socialistas (nuestras UGT y CCOO), las revistas que no acaban de triumfar y la separación de su mujer, que la devolvieron a España y no se pudieron reunir de nuevo hasta 7 años después.
En definitiva, aunque al final es algo triste, el libro es muy vital, interesante y una lección de historia en un solo pack.
Joan Ferrer murió en París en 1978 (probablemente poco después de la publicación del libro, pués en él no se menciona su muerte) dejando algunas obras publicadas como Joan del Pí o con su nombre y muchos años de colaboración con las muchas revistas que la CNT impulsó, siendo [I]Solidaritat Obrera[/I] la más importante.
Como introducción a la ideología anarosindicalsita este libro es una pequeña joya, en parte, porque está constituido básicamente de experiencias vitales y diriectas, en una época de blancos y negros, y no de verborreoa dialéctica. Además, se puede leer como "novela de formación", y por ello, la lectura de esta autobiografía acaba resultando entretenida y pedagógica.