Hay encuentros literarios que son rotundamente felices, aunque sean con autores desconocidos. Hace años leí una obra que me atrajo por el nombre, Oscura Roma. En aquel tiempo devoraba todo aquello que oliera a novela histórica ambientada en la Antigua Roma. Y por fortuna me topé con un título de un autor al que no conocía, pero cuya premisa me sedujo desde primer momento: Marco Lemurio, un hechicero envuelto en las intrigas políticas y criminales del mundo romano. Sin pensarlo dos veces me compré el libro,
La elección fue más que satisfactoria. Pero curiosamente aquel libro no iba de grandes batallas entre los Anibal y Escipión o la conquista de Germania, Galia, Hispania o Britania. Era una novela de la gente de a pie, del romano, esclavo o libre, que lucha cada día por sobrevivir en un mundo cruel y manipulado, que se deja la piel por una ingrata Roma divinizada mientras otros hijos de la loba viven a costa del sufrimiento del pueblo. Porque ese es el gran protagonista: la plebe. Concretamente la que habita el barrio más popular de Roma, La Subura, en torno al que se ciñen las novelas (al menos hasta ahora).
Y es precisamente desde la óptica de uno de sus habitantes, Marco Lemurio, un hechicero con una poderosa trama trás él, como descubriremos la vida de los poderosos, los ricos que viven en villas bien guardadas y disfrutan de manjares y lujo. Y junto al protagonista conoceremos su oficio, el de brujo, no siempre bien visto por sus semejantes, pero al que recurren tanto ricos como pobres - ¿quién de nosotros, lector, no hubiera usado alguna vez un hechizo de amor para satisfacer el corazón?-. Sin embargo, su trabajo va unido a una realidad inexorable: el mundo de la magia existe. Existen seres más allá de nuestro mundo físico, procedentes del Hades o de donde sea, existen formas de atarlos y comunicarnos con ellos, y existen otros con los que más nos valdría no toparnos nunca, a riesgo de perder nuestra vida y nuestra alma. Y esa realidad tan cierta es creíble por su mundo, aunque pese a todo haya también incrédulos, y su protagonista, Marco Lemurio, accede a él para resolver casos que su patrón y otros poderosos le proponen. Una novela de investigación en la que la magia juega su papel.
Las desapariciones de niños en el contexto de una crisis económica en Roma pone a Marco Lemurio en busca de los criminales que hay detrás, tras los cuales hay cultos poderosos y olvidados. Pero no es la única trama. Por la novela deambula la de su madre, una hechicera ejecutada durante las guerras civiles, la de su padre, desaparecido y de quién no conoce mucho, salvo que es un legionario; su relación con los personajes de la Subura, una antigua amante, esclavos, niños, comerciantes y ricos prohombres de una cruel Roma.
Esta es la premisa de La Sangre de Baco, que se lee como una novela de investigación e historia trufada de realidades alternativas, pero bien integradas, como la vida misma de sus personajes. Si Oscura Roma, la primera novela de la saga, me dejó con la sensación del gran potencial de su personaje y ambientación, en la Sangre de Baco el autor despliega una mayor maestría con unas tramas bien enhebradas y una escritura ágil y bien documentada.
Y desde el punto de vista rolero, ¿a quién no le seduce una Roma mágica que se hace eco de los relatos de Plinio el Viejo sobre hechicería y superstición?. El mundo de la Saga de Marco Lemurio es compatible con el mundo de Roma de Jorge Coto Bautista, Requiem for Rome - y especialmente su expansión Edad romana: Vampiro -, Arcana Mundi o Lex Arcana.
Pero por todos los Dioses, ¡no olvidéis llevar el amuleto apropiado!.
Por Mazarbul
Tenía ganas de leer algo ambientado en la Roma clásica y una novela donde se mezcla algo de fantasía oscura y realidad creo que encaja perfectamente en mi ánimo actual.
Por lo que dices al final parece que es parte de una serie de libros. Echaré un vistazo a la colección para animarme con el primero.
Sí, son un saga y las tramas van imbricadas en ambos libros. Es conveniente leerlos en orden. Hay tramas que se resuelven y otras que van más lentas a la espera de resolución en posteriores novelas. Me han gustado mucho, la verdad.
¿Está finalizada la saga?
No, aún no. Leí al autor en una entrevista que hay historia para rato y que sigue con la escritura. Pero animo a leerla aunque no haya terminado. Los libros son autoconclusivos, aunque muy imbricados. Hay tramas que concluyen (la principal de la novela) y luego las de los diferentes personajes va dando pasos en cada una. No es excusa para no echarle un ojo (Martin y Rothfuss han hecho mucho daño con sus sagas inconclusas).