No sé por qué, pero cada vez que escojo leer un libro de Ci-Fi, me topo con las lecturas más raras que uno pueda llegar a ver. Quizás es que no leo mucha Ci-Fi.
El libro se me hizo duro de leer. No digo que sea malo, pero yo me esperaba la historia de una niña que crece y acaba convirtiéndose en una bandida interestelar o algo así. Una lectura ligera. Y... nada que ver.
El libro es un drama. Drama no, dramón. Si es cierto que a lo largo de el podemos ver totalmente los elementos típicos de ciencia ficción, como inteligencias artificiales, vehículos asombrosos, seres alienigenas y transporte interestelar casi instantáneo, nada en esta obra tiene relación con el concepto preconcebido que tengamos de la Ciencia Ficción.
La autora hace se las pasar canutas a la protagonista. Tenia la sensación de estar leyendo una de esas novelas de Realismo Mágico, que llaman. Básicamente, la protagonista nace en un planeta que es un cuento de hadas hecho realidad, hasta que la vida le da un sopapo en toda la cara, y de ahí de ostia en ostia.
Sin embargo, hay algunas razones por las que me gusta el libro.
Una de ellas, trata el origen del mito de una manera poética y extraña. Hay cambios en la novela en cuanto a cómo se cuenta la historia. Lo trata de varias maneras: Normálmente vemos la vida de la chica tal y como es, y otras se nos cuenta su vida en la forma del mito de la Reina Ladrona, que es la mitificación que se hace sobre su vida por parte de otros.
La obra es complicada, porque a veces no sabía si en el mito hablaban de ella, o de otro personaje llamado la Reina Ladrona que Tan-Tan escenificaba cuando era niña. En algún momento, hasta pensé que el planeta prisión al que va desde su planeta natal no es más que el mismo planeta, y que realmente no había habido subido por el árbol a otro planeta, si no descendido a un pasado colonial del mismo, así que cuando escenificaba a la Reina ladrona de niña se escenificaba a sí misma.
A parte de esto, uno se encuentra la mitificacion de la ciencia por toda la obra, o como diría C. Clarke, una tecnología los suficientemente avanzada puede ser vista por una cultura más primitiva como una forma de magia. El libro está repleto de ello, y además de una forma mundana, no en plan "vieron una flota estelar cruzando al atmósfera y esos claramente eran lso dioses". No.
A parte está al cuestión cultural. La autora trata bastante el tema colonial a muchos niveles y eso se ve en en cuestiones como el lenguaje y la cantidad de términos haitianos que salen, sobre todo al principio del libro. Los traductores se deben haber vuelto locos, porque es una historia de ciencia ficción con ambientación haitiana. Ahora sé que rickshaw, y si tengo una niña, le diré Tous-Tous con cariño. También se ve en la circunstancia de que la protagonista es mujer, negra y acaba en lo que llamaríamos un planeta del Tercer Mundo. Vamos, que tiene todas las papeletas.
El libro me sorprendió porque me esperaba otra cosa. Yo quería ver bandoleros espaciales cruzando rayos láser en un saloon, y me encuentro con una obra que en realidad tarta de relaciones humanas y sentimientos, como el amor, el odio, la envidia, el perdón, el sexo, la necesidad de sentirse parte de algo, la soledad, el amor....
Sigo diciendo que es una obra me gustó bastante, pero he de reconocer que me resultó duro de leer. La recomendaría a quien le interese la ciencia ficción con elementos de drama humano.
Postdata para mi: Evitar los dramas durante algún tiempo.
Quise decir "ahora sé lo que es un rickshaw".
Un rickshaw es una forma de transporte que seguramente has visto incontables veces en series o películas, pero cuyo nombre igual desconocias. Es esto:
En cuanto a Tous-Tous, es un apelativo cariñoso con el que el padre trata a su hija Tan-Tan cuando es pequeña. La llama "mi pequeña Tous-Tous".
Bueno. Aunque ahora acabo de recordar como resulta luego la relación entre padre e hija en la novela y... va a ser que si tengo una hija, pasaré de llamarla así. :P