En «Los tejedores de cabellos» tenemos la descripción de un universo de ciencia ficción a través de distintos cuentos cortos que ocupan a veces tan sólo un capítulo. Al principio todo parece tan desconectado que tienes la sensación de que no llegará a ninguna parte. Sin embargo sí que hay un hilo conductor y una conclusión para toda la narración, y es la misteriosa costumbres de miles de mundos de tejer alfombras de pelo natural para el Palacio del Emperador.
Según tengo entendido la novela arrancó en forma de relato corto (el primero) y a partir de ahí el autor empezó a entrelazar historias, igual que algunos de sus protagonistas cabellos, para crear un tapiz inmenso (y sin embargo fácil de entender) donde asistimos a momentos variados de ese imperio que abarcan historias tanto de gente insignificante como de emperadores y reyes. Vemos como se fragua una revuelta, como se crean héroes y como caen imperios. Y en medio de todo esto los tejedores de cabellos, una casta de mundos casi medievales, realizan una tarea que resulta incomprensible para todos.
Son historias fascinantes, bien contadas, que te hacen mantener el interés y te sorprenden cuando saltan de un mundo a otro, de un tiempo a otro, mostrándote los escenarios de un universo complejo del que incluso sus propios habitantes tienen dudas sobre su tamaño y organización. En ocasiones recuerda a Dune, otras a Fundación, incluso hay un capítulo (confieso que mi favorito) que me ha recordado a Dark Souls. Sí, el videojuego. El capítulo de «El palacio de las lágrimas» me pareció precioso.
Hay veces que algunos protagonistas desaparecen y ya nunca más vuelven a verse. En otras reaparecen en giros de sus vidas, algunas veces sorprendentes, o como meros «cameos» en las historias de nuevos personajes.
Al final, como digo, todo tiene sentido con la explicación del motivo de la existencia de las alfombras. Pero esas alfombras no son más que una disculpa para que podamos leer las historias de un universo desconocido pero muy vivo. Historias que son a veces épicas, pero las menos. La mayoría son historias de personajes que se preguntan como deben enfrentarse a un universo cambiante, a unas situaciones que les son desfavorables, antes las cuales no quieren resignarse.
Si el libro son un montón de cuentos desconectados, por más que compartan un mismo escenario (que al parecer ni siquiera es un mismo planeta sino un universo), ¿Se puede considerar una novela o más bien un compendio de cuentos o una antología... aunque sea esta elaborada por el mismo autor?
¿Importa eso realmente?
La estructura por episodios de la novela me descoloco bastante, que algunos personajes muy interesantes desaparezcan para no volver jamas es desconcertante y cuando llevaba 2 o 3 relatos y no le veia el sentido a todo esto me plantee dejarla.
Es solo cuando el libro estaba mas avanzado y ya se entreveía la trama que realmente aprecie la historia. Y al final me gusto mucho. Me he encontrado mas de una vez pensando en la bizarra razón de todas esas alfombras de pelo.
Muy diferente a la ciencia ficción habitual y muy recomendable