Una novela corta en la que Barker da voz al demonio que presuntamente se encuentra atrapado en las páginas del libro y ha sido testigo o autor de todo tipo de atrocidades, humanas e inhumanas, e incluso de enfrentamientos y alianzas entre cielo e infierno. Con este punto de partida, y teniendo en cuenta los precedentes (a los Libros de Sangre me remito), la historia debería ser no solo original, sino también inquietante…y lo es, a ratos. Barker se esfuerza en dotar de un trasfondo al Inframundo, más como un reflejo deformado de la sociedad humana (Hasta el pobre Jakabok es un poco emo y todo. Pero en vez de poesía diseña aparatos de tortura) cumpliendo con su trabajo de mortificar a las almas condenadas, que como seres invencibles y malvados. Incluso la Edad Media y pre-Renacimiento que relata (en la que incluso los demonios tienen más que temer a manos de los humanos) resulta siniestra y muy suya…sin embargo, el tono de la novela parece no ser el adecuado: a veces parece una novela picaresca con demonios y gore, y otras, una historia de terror de las que solía escribir, por no decir que las interjecciones obra del demonio (en las que se exhorta al lector a quemar el libro), si bien en un principio resulta un punto de partida atrayente, se acaba convirtiendo en una broma mal traída durante casi toda la trama de la novela.
Sin comentarios todavía