Libros

Uno de los libros más inencontrables hoy en día (quizá seguido muy de cerca por el Necronomicón), en el que recoge gran parte de sus relatos fantásticos. El estilo de Ray siempre fue muy particular y variado, aunque pueden reconocerse ciertos puntos en común en gran parte de sus historias: el ambiente portuario y los piratas (él fue contrabandista), sus personajes encarcelados "injustamente" por desfalco a una empresa (adivinen quien estuvo en el trullo), su particular sentido del humor negro y el tratamiento de la mitología cristiana e incluso clásica. En la mayoría de sus relatos aparecen vampiros, dioses griegos e incluso la misma parca, pero todo ellos debilitados por el tiempo, como si fueran ya un eco del pasado.
Aunque el mejor juego para adaptar sus historias sea Cthulhu, tampoco es muy acertado, ya que podría decirse que, mientras un personaje de H. P. Lovecraft se quedaría paralizado ante un horror primigenio (seguramente mientras lo describía en su diario), uno de Jean Ray le plantaría cara y un par de sopapos. Y seguramente al personaje de Lovecraf, también, por cobardica.