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Sherlock Holmes y las huellas del poeta

Fantasía
Por Malpertuis

La continuación de las aventuras de Sherlock Holmes ideadas por Rodolfo Martín se caracterizan por una mezcla de referencias lovecraftianas y de personajes de la cultura popular del siglo XX: desde Fu-Manchu a Charles Chaplin, pasando por Superman e incluso Francisco Franco.
En su incursión en la España de la Guerra Civil, el detective, ya casi centenario, con la misma energía y capacidad deductiva de siempre, si bien bastante más humanizado de lo que nos tenía acostumbrado Doyle, se sirve una vez más de todas sus habilidades para recuperar el Necronomicón de las manos de un grupo de sectarios. La principal diferencia con el resto de libros es que en este el bueno de Holmes ya está viejo, viejo, y tiene que echar mano del nieto de la señora Hudson para que le ayude en su búsqueda y de paso, los lectores más jóvenes tengan un nexo de identificación con el nuevo personaje (por no decir que así permite futuras continuaciones). Peero, como siempre pasa cuando se incluye un personaje de creación propia al lado de un carácter tan grande como Holmes, el primero acaba siendo un poco Mary Sue: de ser un joven inexperto acaba descubriendo todo un pasado sorprendente a sus espaldas. Y claro, la insoportable y forzada historieta de amor no podía faltar.
De todas formas, no se pueden pedir peras al olmo, y hay que tomar el libro como una novela más de entretenimiento y llena de referencias a personajes, algunas directas y otras más veladas.


Velasco
Velasco · 26/05/2009 16:09

Así como "La sabiduría de los muertos" me pareció un experimento simpático, éste me pareció una inmensa tomadura de pelo. Sólo pude leer hasta el punto en el que un Holmes septuagenario se toma un aperitivo en una terraza de la Gran Vía disfrazado de joven soldado republicano. La credibilidad tiene un límite.

The Gene Genie
The Gene Genie · 24/05/2009 01:02

No lo voy a puntear ni nada porque no lo he leido pero por lo que dices...

¿Por que no dejar a Holmes tranquilo y en paz? ¿Acaso con His Last Bow: The War Service of Sherlock Holmes no era suficiente?