Me avergüenza hacer una crítica de este libro cuando me lo he leído en una tarde para la reunión de un club de lectura que ha tenido lugar hoy. Como atenuante, señoría, (y vil excusa, no lo negaré), declaro que al ver que no había ningún libro de Philip K. Dick comentado en esta página me sorprendí tanto que decidí aventurarme yo.
Puede que las condiciones en las que lo he leído tengan que ver con el veredicto así que me he hecho una anotación mental para leérmelo en el futuro y ver si su sabor (como el de aquellas películas que no te gustaron la primera vez que las viste) ha cambiado. Sin embargo, en su conjunto, me ha parecido que es un libro mediocre. No horriblemente malo, ni nefasto... mediocre. De fácil lectura y argumento algo previsible si sabes de qué pie cojeaba Philip K. Dick, los constantes giros que se van sucediendo en la trama no consiguieron sorprenderme sino enfriarme. El ágil comienzo consiguió engancharme, sin duda, planteado casi como una novela de detectives con ese tufillo a cine negro que desprendía la ambientación y el personaje perdedor de Joe Chip. El final consiguió levantar un poco el sopor que me produjeron los buceos oníricos por los pensamientos del prota, pero aun así el estilo narrativo, lleno de lugares comunes, sus reiteraciones y la nefasta traducción y edición del libro (me da a mí que la Factoría de Ideas paga en Sugus usados a sus traductores) me impidieron disfrutar más de la lectura. Lo de los personajes planos tampoco me importó tanto porque en una novela que va sobre “qué es la realidad” y “qué podemos conocer” no creo que sea un pecado.
¿Detalles de calidad? No todo va a ser malo. Agradezco al señor Dick (suena, ejem, sucio escrito así) que no sea de esos escritores que intentan explicarlo todo compulsivamente y sus pildoritas de sentido del humor (los diálogos con la puerta y las máquinas parlantes).
En definitiva, si estás leyendo esto para saber si has de leerla o no, hazlo y comprueba hacia dónde se inclina tu opinión. Es un libro asequible y fácil de leer. Yo no diría, como he leído por ahí, que es una novela absolutamente prescindible pero dudo mucho que sea su mejor novela como vendía su editorial española. Por el momento éste es el único suyo que me he leído así que voy a comprobarlo leyéndome el de las ovejitas (para entrar en esos encarnizados debates de “¿libro o peli?”) y alguno más que me están chivando.